Pedro Castillo y la educación pública en el Perú

El presidente Pedro Castillo se encuentra en estos momentos en Nueva York, (Estados Unidos) representando al Perú en el 77° Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU. Este evento se inició con una “Cumbre sobre la transformación de la educación” que se desarrolló los días 16, 17 y 19 de septiembre, en la que intervino Castillo con un discurso sobre los problemas de la educación pública en el Perú. A este tema también volvió en su discurso del día lunes, en una reunión con inversionistas organizada por American Society Council of Americas. En ambas oportunidades los mensajes de Castillo fueron confusos, demagógicos y llenos de contradicciones.

“En el Perú estamos realizando consultas sobre el nuevo currículo nacional, denominado ‘Tu voz para una mejor escuela’. El objetivo es contar con un currículo en un marco de valores que promueva una nueva ciudadanía… El objetivo es mejorar esta calidad educativa para todos sin ninguna exclusión”, dijo Castillo en su primera intervención. Sin embargo, no existe aún ninguna información sobre “Tu voz para una nueva escuela”, así que se trata de un proyecto que solo está en la cabeza de algún asesor. O simplemente es un nuevo nombre para la propuesta educativa de Perú Libre (el partido que llevó al Gobierno a Castillo), que contenía seis ejes, entre ellos el de la descentralización. En esa propuesta se anunciaba un Nuevo Diseño Curricular, similar al que quiso implementar Vladimir Cerrón, líder de Perú Libre, cuando fue gobernador regional de Junín. Como sabemos, Cerrón intentó imponer un currículo educativo con contenidos históricos y sociales distintos a la realidad. Por ejemplo, se señalaba que Sendero Luminoso reivindicaba demandas sociales, y no que desarrollaba acciones terroristas. Claramente, se trataba de un adoctrinamiento marxista en los colegios.

En cuanto a la “calidad educativa”, la única forma de mejorarla es a través de la calidad de los propios profesores. Sin embargo, sabemos que durante el Gobierno de Castillo se ha dado más importancia a la estabilidad laboral de los maestros que a la calidad de la educación brindada a los estudiantes. Recordemos que Castillo es un docente y dirigente sindical, y que uno de los primeros actos de su Gobierno fue reconocer a su facción sindical –Federación Nacional de Trabajadores de la Educación del Perú (Fenate)– como sindicato del magisterio. Pues bien, el Fenate defiende a rajatabla la estabilidad laboral, al margen de los méritos de los profesores y de las evaluaciones programadas por el Ministerio de Educación (Minedu).

En su discurso del día lunes, Castillo volvió a insistir en su propuesta de ingreso libre a las universidades estatales, una propuesta demagógica y que fue uno de los ejes de su campaña electoral. Se trata en realidad de una promesa imposible de cumplir, como ha explicado el educador Guillermo Molinari en este portal: “Muy pocos se han referido al costo que representaría para el Gobierno implementar una medida como esta, y menos de dónde saldrían los recursos. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el gasto público promedio per cápita en la educación superior universitaria a nivel nacional es de S/ 9,200 anual por estudiante”. 

En el último examen de admisión a la Universidad de San Marcos hubo más de 26,000 postulantes, y solo lograron ingresar 4,500 de ellos. En otras palabras, si el ingreso hubiera sido libre, el número de nuevos estudiantes se habría multiplicado casi por seis. Es decir, que el ingreso libre a la Universidad de San Marcos de solo este año le significaría al Estado un gasto extra de S/ 200 millones anuales. Cabe señalar además que la mayor parte de la demanda de educación superior en el país es cubierta por instituciones privadas. En el Perú, considerando universidades e institutos superiores, hay alrededor de tres millones de alumnos, de los cuales cerca de dos millones asisten a claustros privados.

Un detalle que se debe señalar es que en su discurso del lunes Castillo afirmó que su Gobierno está otorgando numerosas becas a los estudiantes más pobres. Son palabras que no pueden dejar de indignarnos, porque recientemente se ha anunciado que el programa Beca 18, que es precisamente el que otorga esas becas, ha reducido sus vacantes de 5,000 a 1,194. Es decir, ¡una reducción de 76% en el número de becados!