Iván Arenas

¿Rafael, el anti-establishment?

Empieza a representar a la Lima de los sectores populares

¿Rafael, el anti-establishment?
Iván Arenas
21 de noviembre del 2024


Una reciente encuesta otorga una subida de 7% en la aprobación de Rafael Lopez Aliaga (RLA) el alcalde de Lima. No obstante que la noticia no caiga bien a un sector de la media, analistas y políticos, de alguna u otra manera la subida en su aprobación es una bofetada a sus adversarios; más si compramos el poco apoyo de la presidenta Dina Boluarte. Mírenlo así: si RLA hubiese bajado 7% en su aprobación, las redes sociales estarían ardiendo y los youtubers de izquierda tendrían programa de largo.

Para el suscrito, un analista político al fin y al cabo, si bien semejante subida merece atención, el análisis propiamente político va para más. ¿Por qué? Porque no obstante la subida en las encuestas, y a pesar de tener una bloque político y mediático en contra, en los últimos días RLA empieza a aparecer como el candidato presidencial “anti-establishment”

Ahora bien, de alguna u otra manera también, la presentación de los trenes y toda la trama y el relato mediático organizado en su contra (“trenes que no sirven”) son síntomas de que hay un “Porky” que puede continuar en franco crecimiento en su aprobación.

Decíamos también que Porky desarrolla una “guerra de trincheras” (como se diría en la estrategia gramsciana) porque tiene a los principales medios de comunicación en su contra. Se nota claramente que frente a la enorme publicidad a favor de otros alcaldes, Porky despliega una estrategia de medios “bajo la línea”.

El asunto de todo esto, como también les decía, va para más. Lo importante es que Porky empieza a representar a una Lima de los malamente llamados “conos”, a la Lima de los sectores populares y emergentes, a la Lima “premoderna”. Esa es la mirada de la sociología limeña. 

De allí entonces que la aprobación de Porky empieza a crecer en los sectores populares, y sobre todo empieza a representar a esa sociedad antes representada por el fujimorismo, y a nivel local por Castañeda Lossio. Esa Lima que votó por Urresti empieza a ver a Porky como la presentación de sus demandas.

Si Porky logra representar claramente ese inmenso mundo emergente y popular entonces representaría a esas instituciones populares que sociológicamente son conservadoras, de mercados populares y tradiciones. A la Lima puneña, arequipeña, a la Lima de las regiones y provincias. Una Lima que necesita infraestructura, no obstante que la propaganda progresista le dice que debe utilizar bicicletas en los cerros y arenales.

Así, Porky podría ser el anti-establishment político y cultural; curiosamente no sería un anti-establishment económico porque si hay algo que existe en estos sectores populares son mercados puros y populares. ¿Qué faltaría? Que Porky asuma que los sectores populares buscan también un proyecto de modernidad para no ser llamados limeños “premodernos”. ¿Se imaginan a Porky y a Keiko en segunda vuelta?

Iván Arenas
21 de noviembre del 2024

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