Iván Arenas
¿El momento pide un “nuevo Alan García”?
Un político profesional que haga un “cambio responsable”
Desde hace semanas la sociología nacional ha empezado a moverse, y el desborde de la criminalidad es el argumento. En ese mundo popular del transporte, de las bodegas y tiendecitas ahora se paga un “impuesto por seguridad” que va entre S/ 5 a S/ 10 diarios. Hay, entonces, una demanda por más y mejor Estado, por un Estado fuerte, un Estado “de mano dura”. Así, lo social empieza a contagiar a lo político-electoral. Empiezan a hacerse públicas las ofertas electorales cuando todavía falta un buen puñado de meses para las presidenciales.
Así como hay y habrá todavía una demanda social y electoral por un Estado fuerte, habrá demanda por un líder que tenga la capacidad política para hacerlo realidad. Antauro Humala es demasiado “radical” y Keiko “pierde siempre”. Esas son las dos imágenes rápidas de ambos extremos. Hay entonces un espacio para una figura que se asemeje al Alan del segundo gobierno, al del “cambio responsable”. ¿Cómo así semejante aproximación? Lo explico con más detalle.
Frente a Antauro y Keiko, la imagen de Alan es la del líder político “por naturaleza”, la del político profesional que –con luces y sombras– creció en un viejo partido, bajo la dirección de Haya de la Torre. Por tanto, en momentos de descontrol, de desborde y de pesimismo como el presente en marcha, hay la necesidad de un líder político con olfato y decisión en todo el sentido de la palabra.
Asimismo, está la imagen del orador que es capaz de construir una alternativa política desde el mundo popular, que si bien quiere más y mejor Estado, no es exactamente “estatista”. Miren en YouTube aquel mitin de regreso de Garcia en el 2001 y verán la conformación de un bloque popular que duró hasta el 2006 (luego Garcia se abocaría a la gestión del día a día y perdería posiciones en los sectores populares).
Pero también hay, si cabe la palabra un “centro sociológico” que no es el viejo centro político en el eje típico de izquierdas y derechas. Es decir, de acuerdo al suscrito, habría un centro sociológico que se mueve en otras coordenadas políticas y que lo desarrollaremos en otra columna. Pero este “centro sociológico” –como decíamos– exige “mano dura”, “orden” y presencia modernizadora del Estado. Tampoco es que pida el “Estado Petroperú” del estatismo. Piden comunidad, no comunitarismo. Este “centro sociológico” exigiría -por lo tanto- un “cambio responsable” semejante al Alan del 2001 al 2006 personificó. No al Antauro de los fusiles, tampoco a la Keiko de la debilidad. Quieren un cambio pero sin el sonido de las escopetas.
La derecha sueña con el Alan Garcia líder, aquel que fue el muro de contención de las exageraciones en el mundo popular, el gestor que hizo más de 150,000 obras. La izquierda quiere a un nuevo Alan García para competir sobre quién es más de izquierda, quién es reforma y quién es revolución.
El problema es que no hay un nuevo Alan a la vista.
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