Durante los años cincuenta y sesenta las izquierdas com...
No obstante el poco espacio otorgado a las actividades mineras en las campañas de los candidatos a la Presidencia de la República, los esfuerzos del próximo gobierno deben apuntan a recuperar el tiempo perdido en este sector. Hace 10 años, Conga (en Cajamarca), un proyecto de US$ 5,000 millones, fue paralizado por pequeños grupos de ideologizados agitadores. Lo mismo sucedió con Tía María (en Arequipa), una inversión de US$ 1,400 millones.
Yonhy Lescano, candidato de Acción Popular (AP) se ha manifestado contra Conga y Tía María, señalando que durante un eventual gobierno suyo no se ejecutarán esos proyectos. Curiosamente, Lescano propone que el Estado peruano debe poner precio a nuestros recursos minerales en los mercados mundiales. Por su lado, Verónika Mendoza, candidata de Juntos por el Perú (JP), ha suscrito un documento en el que se compromete, en un eventual gobierno suyo, a cancelar Tía María y a exigir el retiro de Arequipa de la empresa Southern (concesionaria de Tía María). En el mismo sentido se ha pronunciado el candidato Marco Arana en un reciente viaje a Arequipa; y Pedro Castillo también ha manifestado su abierta oposición al proyecto de cobre del valle de Tambo.
El círculo antiminero se ha propuesto detener el aprovechamiento de los recursos naturales con el fin de crear condiciones sociales y económicas adversas a la tranquilidad y bienestar social. El caso de Tía María es emblemático. El proyecto de cobre elaboró y gestionó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), esencial para iniciar operaciones, y con ello consiguió la licencia de construcción de mina, que autoriza el inicio de las operaciones, cumpliendo todos los procedimientos legales. No obstante, el proyecto está detenido porque el presidente regional de Arequipa, Elmer Cáceres, anuló arbitrariamente los derechos de servidumbre otorgados a Southern en Las Lomas de Cachendo. Luego de un justo proceso, el Consejo de Minería (CM) –dependiente del Ministerio de Energía y Minas (Minem)– confirmó la licencia otorgada al proyecto de cobre.
Desde hace 20 años las oenegés vinculadas al neomarxismo realizan un arduo trabajo de desinformación respecto al medio ambiente y la contaminación. Han logrado establecer un círculo supuestamente protector de la naturaleza, conformado por los medios de comunicación, la academia y diversos colectivos ciudadanos, frentes de defensa y asociaciones de pobladores.
Amnistía Internacional (AI) pretendió internacionalizar la “problemática” de la minería nacional con el estudio Estado tóxico, que –según la oenegé– revela que la contaminación del agua en el sur peruano es provocada por las actividades mineras, con la complicidad del Estado peruano. No hay en ese informe ni una sola palabra sobre la contaminación natural, generada por las aguas de la lluvia al filtrarse desde las alturas, donde absorben los minerales contenidos en la cordillera. En Moquegua, el fenómeno lahar es recurrente, porque la lluvia arrastra hacia los ríos minerales y partículas volcánicas.
A partir del próximo 28 de julio las nuevas autoridades que asuman la conducción del país deben redoblar esfuerzos para devolverle la confianza a las inversiones mineras. La confianza pasa por el respeto a las normas, a la Constitución y a instituciones como el CM. Así también por una visión distinta a las de los gobiernos de los últimos 20 años, caracterizados por la negligencia y permisividad con los frentes antimineros. Las inversiones generan trabajo, y son necesarias para disminuir la pobreza, el desempleo y la informalidad. Divisas, renta, canon, regalías y convenios de cooperación con las comunidades, son los principales aportes de la minería. La transformación y el desarrollo económico de la zona andina serán una realidad gracias al cobre.
El gobierno del Bicentenario tendrá la gran tarea de fomentar la economía nacional. ¡Reconstruir el país a partir de las ruinas que recibirán! El Perú fácilmente puede ser el principal productor y exportador de cobre en el mundo. ¡Que un grupo pequeño extremistas ideologizados, con presencia en los medios y en las calles, no impida el bienestar de los 32 millones de peruanos!
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