Guillermo Vidalón
El cobre en el columpio geopolítico
El futuro del metal rojo mantiene sólidos fundamentos

El mercado del cobre es dinámico. Las subidas y bajadas en su cotización responden principalmente a factores de oferta y demanda, pero también a decisiones de política arancelaria, como está sucediendo como consecuencia de las medidas implementadas por la administración estadounidense.
Los analistas del cobre están desconcertados porque sus pronósticos son cada vez más susceptibles a agentes externos. No obstante, el futuro del cobre mantiene sólidos fundamentos, como el cambio de matriz energética –de combustibles fósiles a generación eléctrica, redes de transmisión–, la electromovilidad que incrementa la demanda y, así, cada nuevo adminículo empleado en la vida contemporánea contiene este metal en mayor o menor medida. Asimismo, el crecimiento poblacional y el auge de la clase media a nivel mundial impulsa el consumo que incentiva a las cupríferas a seguir explorando y poniendo en valor los yacimientos descubiertos.
El principal incentivo siempre será la cotización de los metales que, en el caso del cobre cerró la semana pasada en US$ 4.37 por libra, lo que representó una disminución en su cotización de 3.3% por las medidas arancelarias de los EE.UU. Sin embargo, el promedio anual continúa siendo atractivo US$ 4.29, superando al precio promedio para similar período de 2024.
La dinámica de la cotización del cobre viene siendo impactada por diferentes factores, como las tensiones geopolíticas mundiales, las decisiones de la Reserva Federal norteamericana y la economía de ese país que está presentando una contracción de 0.3% en el primer trimestre.
En cambio, la superpotencia China ha registrado un crecimiento interanual de 5.3% en el primer semestre de 2025, según la agencia de noticias Xinhua; pero se espera una desaceleración para el segundo semestre, cerrando el año con una expansión de 5%, lo que impactará en la demanda de cobre, en virtud de que China es el principal consumidor con una participación superior al 50% de la producción mundial. Los desafíos de China son la debilidad de su consumo interno y un menor estímulo para emprender nuevas inversiones.
La imposición de un arancel del 50% a las importaciones de cobre hacia los Estados Unidos –que empezará a regir a partir del 1 de agosto– determinó que los consumidores industriales realicen compras anticipadas para disminuir el riesgo del nuevo arancel. Si a ello le sumamos la apreciación del dólar, que tiene un desempeño contrario al de los metales industriales, veremos que el billete verde sube en tanto que los metales descienden en su cotización, o viceversa.
El cobre se comercializa en concentrados, pero también como cobre refinado. Southern Perú es el mayor productor de cobre del país y su oferta es en ambas presentaciones, lo que le otorga un plus adicional en su participación en los inventarios de COMEX y LME, así como un reconocimiento para sus cátodos denominado Premium por su calificación de “Grado A”.
El impacto de los aranceles norteamericanos para el cobre producido en el Perú es menor al 5% informó recientemente la Asociación de Exportadores (ADEX), y siempre existe la posibilidad de redireccionar dicha oferta hacia otros mercados. Así que no hay motivo para prestar oídos a la especulación.
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