El Estado que se ha construido en las últimas tres d&ea...
En medio de la incertidumbre institucional y política desatada por las denuncias de irregularidades y fraude en mesa durante la segunda vuelta, el precio del cobre comienza a llegar a máximos históricos: ha sobrepasado los US$ 4.70 la libra. Y los expertos señalan que los precios seguirán en alza por la demanda del metal rojo para la industria de las energías limpias. En este contexto, surge la pregunta: ¿una vez más las crisis políticas recurrentes evitarán que el país se beneficie de este nuevo ciclo de precios en los metales?
Tía María, en Arequipa, proyecta invertir US$ 1,400 millones para producir 120,000 toneladas anuales de cobre al 99.9% de pureza. El proyecto ha obtenido la licencia de construcción de mina y legalmente puede iniciar sus operaciones en cualquier momento. No obstante, por los resultados de las elecciones, en el sur peruano existe un ambiente enrarecido ocasionado por el activismo marxista e izquierdista. Southern Perú, concesionario del proyecto de cobre, prefiere esperar el mejor momento. Sin embargo, el país pierde una valiosa oportunidad: los mejores precios del cobre y la demanda a nivel mundial.
Siguiendo el libreto comunista –la destrucción de los medios de producción privados–, el círculo antiminero se propuso detener el aprovechamiento de los recursos naturales con el fin de crear condiciones sociales y económicas adversas a la tranquilidad y bienestar social. En el ideario de Perú Libre, el partido que postula a Pedro Castillo a la presidencia, las estatizaciones de las actividades mineras y de hidrocarburos son la columna vertebral de su política económica. Los llamados recursos naturales estratégicos serán controlados por el gobierno en un eventual gobierno de Castillo. En este contexto de incertidumbre post electoral, las inversiones continúan detenidas.
Los años destinados a elaborar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) han servido para demostrar la viabilidad y ventajas del proyecto de cobre. Tía María ha logrado la licencia de construcción de mina siguiendo todos los procedimientos legales. No obstante, ha sido detenido por una supuesta presión popular. El movimiento antiminero alega que Tía María no ha obtenido la “licencia social”.
Vale señalar que el EIA es de conocimiento público y ha sido presentado a los pobladores de influencia minera en diversos talleres informativos, con el fin de recibir observaciones para mejorar el proyecto. Posteriormente, en audiencia pública convocada previamente, el EIA fue sometido al escrutinio ciudadano. Es decir, la aprobación del EIA no es otra cosa que la “licencia social” otorgada por los pobladores de manera libre y espontánea.
El proyecto cuprífero Tía María es emblemático, tal como lo es Conga en Cajamarca. Increíblemente, el prestigio de las dirigencias comunistas se sustenta en los proyectos mineros detenidos. Es decir, en las oportunidades perdidas en crecimiento y reducción de pobreza.
Divisas, canon, regalías, arbitrios, tasas y otros impuestos son parte del aporte que la minera le ofrece al país. Como ha señalado la candidata Keiko Fujimori, de llegar a la presidencia –cuando se aclaren todas las irregularidades cometidas en el proceso de balotaje– el 40% del canon será distribuido a los pobladores de las zonas de influencia minera. De esta manera, la riqueza proveniente de la minería llegará directamente a la población.
No obstante las adversidades y oposición por parte de pequeños grupos de dirigentes ideologizados, la minería peruana mantiene la fe en el Perú. Proyectos como Tía María, cumplen al dedillo con los cuidados del medio ambiente. Y además realizan inversiones en proyectos hídricos para incrementar las reservas de agua para uso doméstico (campamentos y poblados) y para incrementar las actividades ganaderas, agrícolas y acuícolas realizadas por los pobladores cercanos.
Sin embargo, después de todo lo avanzado en la transformación de la zona andina, la desinformación generada por las oenegés marxistas ha creado percepciones equivocadas –contaminación y desacuerdos entre las empresas y pobladores– respecto al sector económico más importante del país.
Con Tía María, el despegue del sur está asegurado. La reducción de la pobreza y del desempleo será una realidad. Según estimaciones, casi la totalidad de los pobladores de la provincia de Islay en Arequipa serán parte del proyecto de distintas maneras: empleados, proveedores y parte de los proyectos de promoción social vinculados con el medio ambiente, salud, educación y actividades económicas de las comunidades.
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