En el corredor minero del sur –que integran las regiones...
El Decreto Supremos 004-2022 del Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri), que prohíbe el uso de la leche en polvo importada en la elaboración de leche evaporada, sigue vigente no obstante que, luego de más de cuatro meses, ha quedado demostrado que solo fue promulgada para favorecer a los grandes ganaderos y afectar a los pequeños ganadores y a los consumidores, sobre todo a las madres gestantes y niños de los sectores populares. Vale recordar que el mencionado decreto tenía como objetivo declarado “proteger a los pequeños ganaderos de los abusos de la industria láctea”.
¿Qué ha sucedido con la vigencia de la señalada norma? La Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú (Agalep) ha denunciado que con la vigencia del mencionado decreto el precio de la leche fresca en vez de subir ha comenzado a bajar. Vale señalar que desde el 2021 hasta antes de la promulgación del DS 004- 2022, el precio de la leche fresca no cesaba de subir, sumando incrementos de más de 25%.
Desde el mencionado decreto en la industria láctea no se puede utilizar la leche en polvo para estabilizar las diversas calidades de tipo de leche fresca que se produce en el país. Como todos sabemos, la industria ganadera es diversa y compleja. Por falta de inversión, equipamiento, asesoramiento y tecnología, los pequeños ganaderos –de menos de diez cabezas de ganado– no producen leche fresca según los estándares internacionales que demanda la industria láctea.
El problema es enorme si consideramos que en el país existen aproximadamente 400,000 unidades de producción de leche fresca, de las cuales el 86% es pequeña; es decir, de empresas con menos de diez cabezas de ganado. En este contexto, el precio de la leche producida por los pequeños ganaderos baja y aumenta la escasez del insumo (no se puede utilizar leche en polvo importada) para elaborar la leche evaporada. ¿Cuál es el resultado inmediato? Que la leche fresca producida por los grandes ganaderos se incrementa artificialmente, gracias al decreto supremo promulgado por el Gobierno de Pedro Castillo.
Semejante situación nos permite definir en términos generales qué se entiende por mercantilismo: una coalición empresarial que gracias a sus contactos con los políticos y el Estado logra hacer pasar una norma que afecta la libre competencia, afecta a los consumidores y saca del mercado a una mayoría de productores; en este caso, los pequeños ganaderos.
Al respecto es necesario señalar que la leche en polvo importada, según el Codex Alimentarius de la ONU y la FDA de los Estados Unidos (Administración de Alimentos y Medicamentos), se considera leche deshidratada, es decir, sin agua. Apenas se le restituye el líquido recupera la casi totalidad de grasas, proteínas y vitaminas presentes en la leche fresca.
En ese sentido, el decreto supremo 004-2022 violenta abiertamente los principios de libre mercado consagrados en el régimen económico de la Constitución y los 22 tratados de libre comercio que no establecen diferencias entre productos nacionales y extranjeros.
El resultado del decreto mercantilista comienza a ser evidente: se empuja a la quiebra a los pequeños ganaderos y se incrementan las utilidades de los grandes, sin necesidad de incrementar la productividad. Pero lo más grave: la escasez del insumo para elaborar leche evaporada, tarde o temprano, incrementará los precios del producto y afectará a los consumidores.
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