En el corredor minero del sur –que integran las regiones...
Si se analiza la historia de la región Apurímac se tiene que establecer un antes y un después de la mina Las Bambas. En recientes videos y documentales propalados por la señalada minera se establece que luego de las operaciones de Las Bambas, la pobreza –en los distritos del área de influencia minera– se ubicó debajo del 40% de la población (antes estaba sobre el 60%). Igualmente se destaca que Las Bambas genera más de 75,000 puestos de trabajos directos e indirectos, y que genera redes empresariales y de servicios.
En otros videos propalados por la minera, sin embargo, se informa que las paralizaciones de la mina desde que iniciara sus operaciones suman cerca de 17 meses. En este contexto, surge una pregunta que es ineludible y que nadie se atreve a responder: ¿Cómo es posible que unas decenas de radicales antimineros hayan logrado bloquear el traslado del mineral al puerto por cerca de 17 meses? Si consideramos que Las Bambas es una de las diez minas de cobre más grandes del planeta, nadie creería que unas decenas de radicales hayan bloqueado el tránsito del mineral por más de 570 días. No parece posible.
Sin embargo, eso es lo que ha sucedido en el Perú, sobre todo luego de que Pedro Castillo llegara al poder y gobernara durante más de un año y medio, antes del intento del golpe fallido. Desde el Gobierno se promovió el empoderamiento de las minorías radicales, a tal extremo que unas decenas de pobladores de Huancuire asaltaron el campamento de Las Bambas. Mediante ese acto de violencia tomaron el tajo Chalcobamba destinado a suplir el agotamiento natural del tajo Ferrobamba, que se explota desde el inicio de las operaciones.
¿Cuál ha sido el efecto de los bloqueos y el asalto al tajo Chalcobamba? La proyección de producción anual de Las Bambas de 400,000 toneladas métricas de cobre (TMC) se desplomó el año pasado a 220,000 TMC. Es decir, la producción de Las Bambas ha caído en casi el 50% afectando al Perú y a la región Apurímac.
Pero he aquí una de las cosas más graves: el asalto al tajo Chalcobamba, que ha derrumbado el potencial de la producción de la mina, se hizo para desarrollar minería ilegal, tal como se constató en una intervención del Ministerio Público y de la policía nacional del Perú (PNP). Es decir, una minería que contamina, que no paga impuestos y solo favorece a los violentistas. ¿Cómo se permite semejante violación de la Constitución y las leyes?
La caída de la producción de Las Bambas se produce en momentos en que todos los organismos especializados señalan que el precio de la libra del cobre se disparará en el 2023 y el 2024 y superará los US$ 5. Considerando que el Perú es el segundo productor mundial del metal rojo, es incuestionable que estamos ante una extraordinaria noticia. La caída de la producción de Las Bambas a casi la mitad, debido a la violencia del radicalismo y los conflictos sociales, nos muestra que el país avanza hacia una nueva oportunidad perdida.
El Perú no tiene nuevas inversiones mineras luego del gran proyecto de Quellaveco en Moquegua. Y no las tiene porque la crisis y la inestabilidad política han terminado devorando todo el potencial minero del país. En este contexto, no es exagerado sostener que el futuro de Las Bambas, una de las minas de cobre más grande del planeta, terminará definiendo el futuro de la minera moderna en el Perú.
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