La decisión del Congreso de no aprobar una nueva ley de...
El Gobierno peruano confirmó que Japón será el responsable de continuar con las obras del proyecto hídrico Majes-Siguas, ubicado en la región Arequipa, mediante un acuerdo de cooperación entre Estados. Esta decisión busca reactivar uno de los megaproyectos agrícolas más ambiciosos del país, que apunta a incrementar en 23,000 hectáreas la frontera agrícola del sur mediante la ejecución de las diversas etapas de Majes-Siguas.
El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, explicó que la primera fase del proyecto contemplaba irrigar 24,000 hectáreas, pero hasta la fecha solo se ha logrado dotar de agua a 16,000. El objetivo a corto plazo es completar las 8,000 hectáreas restantes, beneficiando principalmente a agricultores familiares que actualmente enfrentan limitaciones de acceso al riego.
Simultáneamente, el ingreso de Japón como socio técnico acelerará la implementación de Majes-Siguas III, que añadirá otras 23,000 hectáreas cultivables. Con la operación plena de las tres fases –Majes I, II y III–, Arequipa podría alcanzar una frontera agrícola cercana a las 80,000 hectáreas: 24,000 de la etapa inicial, 38,500 de la segunda y 23,000 de la tercera, lo que significaría una transformación radical del potencial productivo regional.
El acuerdo con Japón incluye la modernización y conservación de la infraestructura hidráulica existente, como túneles y canales principales, esenciales para garantizar un funcionamiento eficiente y sostenible. Asimismo, se ha enfatizado la importancia de planificar cuidadosamente la venta de los nuevos terrenos irrigados. Evitar la creación de minifundios improductivos es fundamental, ya que este modelo ha demostrado no ser viable en el contexto de la agroexportación. Por ello, se plantea priorizar la asignación de tierras a pequeñas y medianas empresas agroindustriales que cuenten con capacidad técnica y comercial para integrarse a las cadenas de valor globales.
Aunque Majes-Siguas II continúa enfrentando un proceso de arbitraje internacional, el Ejecutivo ha asegurado que su situación será resuelta antes del 28 de julio. Mientras tanto, las etapas I y III continuarán sin interrupciones, ya que no dependen directamente del litigio en curso. El megaproyecto no solo busca expandir la superficie agrícola, sino también modernizar por completo el agro en el sur del país. En Majes II, por ejemplo, se proyecta una inversión superior a los S/ 7,700 millones. Esta etapa contempla, además del sistema de riego, la instalación de dos centrales hidroeléctricas que reforzarían la seguridad energética en la región.
Los beneficios esperados son de gran envergadura. Solo durante la fase de construcción de Majes II se calcula la generación de 83,000 empleos temporales, mientras que en operación se crearían otros 80,000 empleos permanentes. En total, más de 160,000 puestos de trabajo directos e indirectos podrían derivarse de la ejecución total del proyecto.
Actualmente, el Perú cuenta con unas 250,000 hectáreas orientadas a la agroexportación. Con Majes-Siguas y otros proyectos similares en marcha, este número podría ampliarse hasta alcanzar las 650,000 hectáreas, consolidando al país como un actor relevante en el mercado agrícola internacional. Esto tendría un efecto multiplicador en el crecimiento económico, la formalización del trabajo rural y la reducción de la pobreza.
Sin embargo, el éxito de Majes-Siguas no depende exclusivamente de la infraestructura física. Autoridades y especialistas coinciden en la necesidad de actualizar el marco normativo para fomentar la inversión privada a través del modelo de APP (asociaciones público privadas), un modelo en que el sector privado asume el riesgo de la inversión, del mantenimiento y desarrolla la comercialización de las tierras de acuerdo a criterios de mercado. Igualmente no es posible imaginar un boom agroexportador en el sur si es que el Congreso no aprueba un régimen promocional en el sector, sobre todo en el tema tributario y laboral.
En paralelo, se ha dado prioridad a la protección jurídica de los terrenos agrícolas del proyecto. La reciente expulsión de invasores de áreas del Proyecto Especial Majes-Siguas (PEMS) en Arequipa marca un avance, pero se requiere un esfuerzo sostenido para prevenir nuevas ocupaciones ilegales en zonas de alto valor estratégico.
Majes-Siguas representa una oportunidad histórica para reconfigurar el mapa agrícola del sur peruano y sentar las bases de una economía más inclusiva y sostenible. En un contexto de crecimiento ralentizado e informalidad persistente, la agricultura puede ser el motor de un nuevo ciclo de desarrollo, si se toman las decisiones políticas y técnicas correctas. Con Japón como socio estratégico y una hoja de ruta clara, el país tiene la oportunidad de convertir este proyecto en un verdadero hito de transformación territorial.
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