Editorial Economía

El fracaso del Estado y el éxito del lápiz en las zonas mineras

Gobiernos regionales y locales son los culpables

El fracaso del Estado y el éxito del lápiz en las zonas mineras
  • 10 de junio del 2021

Luego de conocerse los resultados electorales, y sobre todo la victoria de Perú Libre en las minas del Corredor Minero del Sur, la izquierda y el progresismo caviar han empezado a desarrollar aproximaciones ideológicas absolutamente absurdas, no obstante que todos los datos demuestran que es el Estado el que ha fracasado en absoluto. Y lo vamos a demostrar con todas las cifras oficiales del Ministerio de Economía y Finanzas.

El gobierno central y los gobiernos regionales y locales –entidades que representan al Estado– no han redistribuido la riqueza minera –que se recauda mediante los impuestos– a través de inversión social que promueva la productividad y la competitividad en las zonas adyacentes a los proyectos mineros. En este contexto, alrededor de los proyectos mineros surgen islas de prosperidad –muy conectadas a las inversiones mineras– rodeadas de pobreza y exclusión.

Por ejemplo, en Chumbivilcas durante el año 2020 hubo un presupuesto (solo para ejecutar proyectos de desarrollo) de S/ 60 millones (de este monto, alrededor de S/ 20 millones provienen del canon minero. Sí, estimado lector). No obstante, de los S/ 60 millones solo se ha utilizado el 57%. Se sostendrá que por la emergencia sanitaria originada por la Covid-19 se paralizó la inversión pública. Sin embargo, en el 2019 la ejecución del gasto para proyectos de desarrollo del municipio chumbivilcano apenas llegó al 54%. Es decir, mucho menos ¡y no hubo pandemia!

Espinar, otra provincia altoandina y cusqueña, representa un drama. Esta provincia recibió más de S/ 79 millones (solo para proyectos de desarrollo) en el 2020. ¿Cuál ha sido la eficiencia del gasto durante ese tiempo? Apenas el 57%. Nuevamente se argumentará que la pandemia imposibilitó la ejecución de proyectos, pero si uno revisa los datos en Ministerio de Economía nos encontramos que en el 2019 solo se utilizó alrededor del 56%. ¿Qué pasó aquí? ¿Por qué el Estado a nivel provincial, que se beneficia del boom minero, no es eficiente en el gasto?

Ahora vamos a Cajamarca. El municipio provincial de Bambamarca tuvo en el 2020 cerca de S/ 53 millones (solo para ejecución de proyectos); sin embargo, apenas gastó el 42%. Y en el 2019 ejecutó alrededor del 70%. En ninguno de los dos años hubo un gasto del 100% de su presupuesto.

Como se aprecia con absoluta claridad, el principal responsable del atraso, de la imposibilidad de distribuir la riqueza minera a las poblaciones y comunidades adyacentes a las zonas mineras, es el Estado; es decir, los gobiernos locales. Algo parecido sucede si se analiza la actuación de los gobiernos regionales y el gobierno central.

En otras palabras, el 50% del impuesto a la renta que pagan las empresas mediante el canon minero no se transforma en carreteras, postas médicas, escuelas ni servicios que eleven el nivel de vida de la gente y aumente la productividad y competitividad de la región minera. En ese escenario surgen islas de prosperidad en las poblaciones directamente conectadas con la operación minera, que se rodean de cordones de miseria, atraso y exclusión.

En la medida que los partidos democráticos han abandonado el trabajo en las zonas mineras, aparecen las corrientes comunistas, colectivistas y progresistas, que suelen demonizar a las empresas mineras con el objeto de detener las inversiones y el capitalismo en el Perú. En vez de fomentar una alianza entre las poblaciones y las mineras para exigir que el Estado sea eficiente en la redistribución de la riqueza minera –tal como sucedería con cualquier movimiento democrático– el radicalismo antiminero fomenta el enfrentamiento entre los ciudadanos y las empresas mineras.

De esta manera se exculpa de responsabilidad a los verdaderos responsables (gobiernos central, regional y locales), y se alienta la polarización y el enfrentamiento de clases. Todo el libreto marxista correctamente aplicado.

  • 10 de junio del 2021

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