En el corredor minero del sur –que integran las regiones...
El proyecto de irrigación Majes Siguas II, en la región Arequipa, se encuentra paralizado debido a la falta de acuerdo entre las partes contratantes. La Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN) sostiene que los retrasos se deben a las trabas que pone el Gobierno Regional de Arequipa a la concesionaria Cobra. Por otro lado, la concesionaria asegura que el retraso se debe al incumplimiento de las obligaciones por parte del Gobierno Regional, representado por la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema).
Leonie Roca, presidenta de AFIN, afirmó que los gobiernos subnacionales están demostrando que no tienen capacidad para enfrentar proyectos de gran dimensión. Para ella, cuando se realiza una concesión, se transfiere un monto de responsabilidades y riesgos al concesionario, quien trae su conocimiento de ingeniería. Sin embargo, algunos funcionarios creen que saben más que las empresas especializadas y quieren cambiar todo revisando los expedientes.
El proyecto Majes Siguas II, que consiste en el aprovechamiento de las aguas del río Siguas para la irrigación de nuevas tierras de cultivo y la generación de energía hidroeléctrica. Es una excelente oportunidad para la agricultura de Arequipa y todo el sur del Perú, ya que permitirá regar 40,000 hectáreas de nuevas tierras de cultivo, que se incorporarán a la producción agrícola en predios de más de 200 hectáreas. Esto a su vez, generaría nuevas inversiones y tecnologías que podrían propiciar cadenas agroexportadoras, lo que contribuiría a la economía de la región.
Se estima que la inversión total durante la ejecución del proyecto llegará a US$ 654 millones, lo que generará un impacto de cerca de S/ 4,300 millones nominales en el valor agregado de la economía a largo plazo. La construcción sería una de las etapas que tendrá un mayor impacto positivo, generando el 43% del impacto total, seguido por servicios (28%), manufactura (14%), comercio (7%) y otras actividades (7%). Durante la etapa de construcción, se generarán 83,000 puestos de trabajo, 48,000 empleos directos y 35,000 empleos indirectos.
Volviendo al tema de los retrasos en la ejecución del proyecto, la empresa concesionaria Cobra afirma que se deben a que el concedente, Autodema, no ha cumplido con sus responsabilidades. Según ellos, todas las obligaciones importantes de Autodema están en situación de "pendientes". Estos compromisos incluyen la “puesta a punto”, la actualización del Estudio de Impacto Ambiental y la aprobación del Expediente Técnico N° 2, entre otros. Cobra menciona que ha cumplido con todas sus obligaciones y que solo está pendiente que el gobierno regional de Arequipa cumpla con sus obligaciones.
La entrega de información de la “puesta a punto” estaba a cargo del Gobierno Regional de Arequipa, mediante Autodema, y tenía que remitirla a la concesionaria; sin embargo, esto no se hizo. Además, el Consejo Regional de Arequipa informó que Autodema no tendría el perfil técnico de la puesta a punto, lo que demoraría hasta 2026. La actualización del Estudio de Impacto Ambiental tampoco se realizó por parte de Autodema. La primera actualización del EIA, que el concedente debió entregar el 12 de julio de 2022, no se cumplió.
Otro de los problemas que se presentan es la entrega del control del proyecto a la concesionaria. Según el contrato, se debió entregar al concesionario los terrenos para su uso y explotación. Sin embargo, esto no se ha realizado hasta la fecha, por lo que la concesionaria Cobra ya ha pedido un arbitraje con el Gobierno Regional para solucionar el problema.
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