En el Perú, hablar de conectividad es hablar de desigua...
Desde el sur, la izquierda antiminera pretende jaquear a la débil democracia peruana. En Arequipa las protestas violentas son protagonizadas por vándalos y no por ciudadanos supuestamente descontentos con el proyecto de cobre Tía María. Colectivos ciudadanos han reaccionado acusando al gobernador de Arequipa, Elmer Cáceres, de ser el principal instigador de la paralización económica de la región. Y en la última semana de representación del Congreso de la República, el bloque de congresistas del Frente Amplio (FA) y Nuevo Perú (NP) hizo causa común con los violentistas.
El propósito de la izquierda antiminera es retroceder hasta antes de la década de los noventa. El adelanto de nuevas elecciones oculta la intencionalidad de una nueva Constitución para borrar el capítulo económico de la Carta Magna de 1993, que ha reducido la pobreza de 60% a 20% de la población peruana. Asimismo, la izquierda pide una nueva Ley General de Minería, copia del modelo boliviano, negando la transformación positiva de los poblados cercanos a los proyectos mineros.
Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia exporta US$ 3,998 millones mientras Perú exporta US$ 28,832 millones. Por el contrario, Bolivia debería copiar nuestra Ley de Minería para mejorar sus exportaciones mineras. La izquierda plantea más canon minero y una nueva distribución, y al mismo tiempo rechaza las actividades mineras.
En este escenario, los buenos ejemplos de minería moderna y responsable saltan a la vista. La minera canadiense Hudbay y el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) desarrollan el proyecto Sierra Azul, con el propósito de incentivar las actividades agrícolas en las comunidades de influencia minera. En los anexos de la comunidad de Uchuccarcco, en el distrito de Chamaca, se represa 2.2 millones de metros cúbicos de agua para regar más de 800 hectáreas de cultivos, beneficiando a 2,144 pobladores. Del mismo modo, con el apoyo de Hudbay, en el distrito de Livitaca se desarrolla un sistema de riego por aspersión para los campos agrícolas de Accho y Cochapata, en la comunidad Unión Kora. Una inversión de S/ 1.4 millones para regar 60 hectáreas de cultivo.
El medio ambiente es la preocupación constante de la minera canadiense. Después de la construcción de la mina, organizaron a la población y a las comunidades para ejecutar un plan de forestación en la zona agreste, plantando árboles y especies vegetales nativas incluso en lugares donde nunca existió vegetación. Queda demostrado, entonces, que el sector minero responsable, de clase mundial, hace todos los esfuerzos para ir de la mano con el medioambiente y la agricultura. Además, Hudbay ha firmado convenios de hasta S/ 3 millones para ejecutar programas vinculados a la educación, salud, desarrollo comunitario y diversas actividades económicas de la población.
Por su parte, la izquierda antiminera desarrolla actividades contrarias al bienestar de la población. En Matarani subsiste la amenaza de bloquear el puerto y la línea férrea para impedir el despacho de los concentrados de minerales y reducir las exportaciones mineras y las divisas nacionales. Por esto —según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE)— entre enero y mayo del presente año las exportaciones de cobre cayeron 12% respecto al mismo periodo del año anterior (de US$ 6,219 millones a US$ 5,471 millones). Una estrategia malévola en contra del bienestar de los más pobres.
El canon minero en 2018, según la SNMPE, fue S/ 3,158 millones; y en los últimos 23 años, un total de S/ 44,999 millones. Un monto que ha contribuido al presupuesto de los distritos y provincias de influencia minera. El 5% del canon está destinado a las universidades, y en 2018 se transfirió a las universidades nacionales S/ 154 millones. Lamentablemente, los recursos del canon, que son recursos extraordinarios, se invierten en gasto corriente y consumo (sueldos, publicidad, asesorías, pintura) en lugar de obras extraordinarias, como plantas de saneamiento y agua potable y electricidad, vías de comunicación y obras de infraestructura productiva.
COMENTARIOS