El Estado que se ha construido en las últimas tres d&ea...
Semanas atrás, desde el Ministerio de la Producción (Produce) se dio inicio a la primera temporada de pesca de anchoveta en la zona centro y norte. De los 2.5 millones de toneladas establecidas para esta primera temporada ya se han pescado alrededor de 831,000 toneladas, el 33%. En otras palabras, la pesca de anchoveta en la zona centro y norte va viento en popa y en camino a convertirse, nuevamente, en otro puntal de la economía nacional.
No obstante los resultados hasta ahora auspiciosos, ¿por qué decimos que la pesca de anchoveta sigue adelante a pesar del Estado? Por la siguiente razón: según un estudio técnico y científico del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), la biomasa de anchoveta –antes del inicio de la primera temporada– era de alrededor de 10 millones de toneladas. Es decir, existe en nuestro país, gracias a un ordenamiento científico y responsable y una alianza entre el sector privado y el público, una biomasa saludable. En ese sentido, lo lógico habría sido que el Produce estableciera una cuota del 30% de la biomasa de anchoveta; es decir 3 millones de toneladas y no los 2.5 millones. Aunque usted no lo crea, estimado lector, la diferencia de 500,000 toneladas va en demérito de la salud de la economía nacional.
Con la decisión de la cuota asignada por el Produce se ha dejado 70% de la biomasa para la reproducción. Vale explicar que según el ordenamiento anchovetero, actualmente se debe dejar solo el 65%. Pero ¿qué significa, en términos económicos, que el Produce asigne 500,000 toneladas menos? Según los cálculos de la Sociedad Nacional de Pesquería, con esta decisión “el Perú ha perdido S/ 500 millones en divisas”. Asimismo se pudieron generar miles de puestos de trabajo (2000 más) en momentos en que es necesaria la reactivación de la economía nacional.
Desde hace mucho tiempo el Produce está dominado por funcionarios que ponen cota a las iniciativas privadas, a pesar de que estas contribuyen, con responsabilidad y altos estándares ambientales, a la preservación de la anchoveta. Iniciativas privadas que han convertido al Perú en uno de los ejemplos del mundo en la gestión de este recurso marino. A ello hay que agregar que en el Produce –a pesar de todos los esfuerzos de los privados, de los informes científicos y técnicos, e iniciativas de la propia sociedad civil– aún no tienen claro el nuevo ordenamiento para la zona sur.
Vale recordar que el Produce humalista derogó una ley que habría permitido que el Perú supere a Chile en la captura de anchoveta. Asimismo, es bueno recordar que Chile y el Perú comparten el mismo stock de anchoveta. La derogación de esta ley ha alejado definitivamente a la flota industrial peruana hasta la milla 5, lo que según los burócratas “beneficia” a la pesca artesanal, en virtud de la creencia de alentar el consumo humano. Pero lo único que ha ocasionado esta decisión es que Chile supere al Perú en la captura de la anchoveta, y que hayan cerrado algunas industrias pesqueras.
A pesar del Estado, a pesar de la burocracia, la pesca industrial –que representa más de S/ 1,000 millones– sigue adelante.
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