El momento perfecto no existe

Muchos de nosotros nos apresuramos a inventar excusas cuando se trata de hacer cambios. Esperaremos el momento perfecto y que todos los aspectos de la vida estén en su lugar antes de comprometernos a hacer algo que deseamos. Esperar las condiciones perfectas para "enrumbarse" generalmente resulta en "perderse" o, en la mayoría de ocasiones, en "nada".

Como dijo alguna vez el general del Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial George Patton: "Un buen plan ejecutado violentamente ahora es mejor que un plan perfecto la semana que viene". Esta cita del General Patton, es aplicable no solo a la guerra, sino también a la política. No por nada el gran militar y estratega prusiano Carl von Clausewitz decía que ‘’La guerra es la continuación de la política por otros medios.’’

Así es el mundo de la política, siempre dinámico, donde las oportunidades, que rara vez se presentan, deben ser creadas con las herramientas disponibles en el momento. El momento nunca será “perfecto” y se debe empezar desde la posición en la que uno se encuentra, trabajando desde allí con las herramientas disponibles. A medida que se avanza irán apareciendo nuevas oportunidades con mejores herramientas. Al igual que en el ajedrez, muchas veces se debe llegar primero a un jaque para poder presionar al oponente lo suficiente para lograr el jaque mate.

Esto es lo que pasó con la moción de vacancia de Patricia Chirinos, que inicialmente muchos consideraron que era una mala movida política, al no ser “el momento indicado”, al no poder recolectar los 87 votos necesarios en ese momento. Hoy, la situación evolucionó y muchos otrora escépticos se pliegan a la moción al ver que toma más fuerza. Es fácil inventar excusas y justificarse para no empezar. Cuanto más tiempo llenan sus cabezas con racionalizaciones y excusas vacías, menos tiempo tendrán para actuar.

Es fácil decir: "Comenzaré cuando la situación empeore y tenga más apoyo, más tiempo, más aprobación". Para el año que viene, tendrán todavía más excusas, pues es un ciclo vicioso interminable. Una vez que cae uno en esa trampa, puede ser difícil liberarse y hacer algo significativo para el país.

Muchas personas viven toda su carrera política sin dar un paso al frente. Pero es emocionante presenciar a los pocos que se atreven y salen de su zona de confort para hacer un cambio, alcancen su objetivo o no.

No existe el momento perfecto. Si es lo correcto, se debe hacer. No hay que esperar hasta que todo sea perfecto. Se empieza siempre con un primer paso.