El mensaje político del Premio Nobel de la Paz

María Corina Machado, rostro de la oposición democrática en Venezuela, ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz, en reconocimiento de su lucha para “lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”. Un premio que sitúa la grave situación venezolana en el centro del debate global.

El régimen autoritario, encabezado por el dictador venezolano Nicolás Maduro, acumula denuncias de persecución política y el deterioro de sus instituciones democráticas. El arribo de Machado a la ciudad de Oslo, mediante una arriesgada operación de rescate y fuertes medidas de seguridad, confirma el tenso escenario político en este país.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, días después del anuncio del Nobel para la lideresa venezolana, ha dejado entrever una posible incursión terrestre en Venezuela, como parte de su lucha contra el narcotráfico y el Cartel de los Soles, al que autoridades estadounidenses vinculan con Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, como sus máximos líderes. Las operaciones militares han tenido hasta ahora al espacio marítimo como principal escenario.

La crisis venezolana es uno de los temas más sensibles para distintas naciones en la región latinoamericana. Los millones de venezolanos que han abandonado su patria constituyen uno de los éxodos más grandes del siglo XXI. Y el Perú ha sido uno de los principales destinos de esa migración.

La caída de Nicolás Maduro sería un momento crucial para Latinoamérica. No solo porque cerrará un ciclo de intenso autoritarismo, sino porque marcaría el final de la influencia política de un régimen acusado de financiar campañas electorales y respaldar movimientos afines.

En contraste con amplios sectores a favor del retorno a la democracia en Venezuela, se encuentran algunos grupos que han mantenido una posición blanda frente a la dictadura venezolana, una postura política que es materia de debate público nacional.

Por todas estas consideraciones, la entrega del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, además de ser un reconocimiento individual a su lucha democrática, es también un mensaje político contundente que refuerza la presión internacional frente a la dictadura en Venezuela. El mundo mira expectante el desenlace final del régimen chavista.