Cecilia Bákula
Contrarrevolución en los Andes y el fracaso de la República
Sobre el recién publicado libro de Víctor Andrés Ponce
El libro de Víctor Andrés Ponce une con gran habilidad los conocimientos y la reflexión filosófica, adentrándose en materias asociadas a la historia, sobre todo en su segunda parte, asociada más a nuestra historia republicana es de gran valor, allí encontramos 5 de los 9 ensayos de todo el volumen y sobre esta segunda parte del libro quiero centrar mis breves comentarios.
Cuando uno lee este texto que parte de un análisis basado en la filosofía, que es la especialidad del autor y se adentra en explicar una visión de hechos históricos, descubrimos que se busca mostrar las razones que explicarían la inestabilidad política e institucional del país, partiendo de la premisa de que ha sido el pensamiento jacobino el que ha primado y ha determinado de muchas maneras, nuestra manera de ser y de existir.
Yo he defendido, quizá denunciado, desde mi humilde trinchera, que el bicentenario ha sido una oportunidad tristemente perdida y desperdiciada para hacer una reflexión que nos pudiera llevar a encontrar, precisamente en el sentimiento de frustración, nuestra propia esencia. En esta oportunidad, Víctor Andrés Ponce presenta un aporte a esa reflexión y necesario proceso de autoconocimiento y valoración y si bien su investigación se nutre de importantes fuentes, que quedan registradas en la publicación, siento que de inicio, el juicio está tomado y, desde mis perspectiva, es necesario encontrar lo positivo, lo único, lo singular de nuestra existencia partiendo de la realidad que fue el Perú al momento del proceso emancipador, lo de adelantado que hubo a nivel de pensamiento, el aporte de los primeros años con pensadores de alta talla y la importancia que tenía el que nuestro virreinato quedara liberado del poder español.
Es claro como lo muestra el autor, que el exceso de racionalismo en la conducción de la política pública, a menudo ha ignorado y dejando de lado las tradiciones y, lo que podríamos llamar la cultura tradicional peruana que en nuestro caso, es muy diversa y es casi imposible determinar una sola vertiente y por lo tanto imposible encontrar un único país. Sin embargo, creo que el Perú aún no descubre la ruta para hacer de esa diversidad un potencial que determine su futuro y, en efecto, no hemos sido capaces de construir ni una idea de Nación, ni un plan de acción de largo aliento. Nos enfrascamos en mesianismos de corto alcance y en acciones sin visión de Estado moderno, pues es cierto, tal como lo señala el autor que en el proceso de construcción nacional, hemos mantenido formas virreinales con un mero maquillaje de modernidad.
No creo que al Perú le falten pensadores ni políticos de gran talla, lo que carecemos es de una ciudadanía responsable, educada y con pensamiento crítico - racional, que no es lo mismo que una actitud meramente crítica o, mejor dicho, criticona.
En este momento, no creo que el país esté en capacidad de una transformación radical; más bien hay que defender la institucionalidad y aspirar a que en años futuros cercanos, la educación sea una prioridad y podamos tener una generación educada y no solo instruida. Quizá esa es nuestra mayor desventaja, pues la carencia de sentido “republicano” a la que el autor alude, no es una realidad tan solo del Perú; afecta a muchas naciones de nuestra región en las que vemos gran inestabilidad y, con lástima, intentos a veces golpistas, mesiánicos y orientados a imponer sistemas totalitarios.
Sí estoy de acuerdo con Víctor Andrés en su bien clara postura respecto a que en el origen de nuestro sistema republicano, y concretamente en los primeros ensayos constitucionales, se pensó en “remendar” no en imaginar una nueva realidad de acuerdo a lo que esta tierra y sus gentes requerían y es por ello que en el proceso de establecer un sistema republicano y débilmente democrático, se obvió la inclusión de la antigua nobleza local, se desestimó la importancia de los curacas y el concepto de tenencia de tierras y ello ha causado los mayores problemas y desacuerdos en nuestra historia. Es por ello que recordar el pensamiento de José María de Pando, crítico en su momento e innovador también, puede arrojar luces para el futuro.
El autor plantea un análisis filosófico de envergadura para analizar el republicanismo y nos lleva a pensar que nuestra construcción republicana no está ni afiatada ni afianzada pues ejemplos de constantes golpes de estado, caudillismo y mesianismo nos lo demuestran. Es posible señalar que lo que estamos viviendo en este momento así, como el panorama electoral actual, con más de 30 grupos que pugnan por llegar al poder en el 2026, le den la razón.
No obstante, aun a riesgo de que se me tilde de ilusa, descarto un pensamiento apocalíptico total, creo que somos una sociedad y una Nación joven que busca construir su futuro y debemos empezar a hacerlo con una urgente visión de integración del país y de reconocimiento a su impresionante diversidad. Me gusta mirar al país con ilusión, aunque parezca imposible y es por ello que valoro el planteamiento de Víctor Andrés Ponce, porque nos enfrenta a una visión crítica indispensable.
Teniendo en la mano este libro de Víctor Andrés Ponce, a quien agradezco profundamente el que me haya invitado a comentar brevemente esta publicación suya, me enfrento a varias realidades; la primera es explicarle a los asistentes que tenemos en las manos un libro que une con gran habilidad los conocimientos y la reflexión filosófica, adentrándose en materias asociadas a la historia y, la segunda es que me encuentro entre dos mentes brillantes, la del autor y la de Francisco Tudela y eso, sin duda es un alto honor y un reto.
Este texto fue leído por la autora en la presentación del libro de Víctor Andrés Ponce cuyo título exacto es: “Contrarrevolución en los Andes. Ensayos sobre el jacobinismo revolucionario y el fracaso de la república en el Perú”. La presentación contó también con la participación del autor y del Dr. Francisco Tudela y tuvo lugar en la Feria del Libro de Lima, el 5 de agosto de 2024.
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