LA COLUMNA DEL DIRECTOR >

Vizcarra: entre la reelección y las reformas

Una disyuntiva que el jefe de Estado no puede evitar

Vizcarra: entre la reelección y las reformas
Víctor Andrés Ponce
25 de enero del 2019

 

El presidente Vizcarra y su abrumadora popularidad, dos elementos difíciles de separar, han llegado a un momento en que no pueden tener pausa. Si hay descanso, la popularidad será fagocitada desde diversos ángulos: por la venganza de una oposición encarcelada y judicializada por un plan marxista (que solo prosperó con el vizcarrismo) y por el curso natural de una “ola anticorrupción”, levantada por el propio jefe de Estado. Una ola que si no avanza siempre termina ahogando a los surfistas.

Luego de la renuncia de Pedro Chávarry a la Fiscalía de la Nación, después de conocerse el vergonzoso acuerdo de dos fiscales con Odebrecht, la “ofensiva anticorrupción” de Vizcarra parece detenerse. No solo porque la demolición de Chávarry dejó en claro que la coalición —medios de comunicación y sectores que gobernaron con Toledo, Humala, PPK y Villarán— pretende controlar las instituciones de justicia, sino también porque el propio jefe de Estado se enredó innecesariamente en las explicaciones sobre las relaciones de su empresa constructora con Odebrecht.

Si el jefe de Estado sigue en este escenario,  las acusaciones se multiplicarán y, en algún momento, la ola se volverá contra sus promotores y la popularidad se alejará. Así sucede con quienes juegan con gasolina cerca de las hogueras. Sin embargo, los peruanos de buena voluntad —es decir, los demócratas— de ninguna manera queremos ese escenario para el Perú. La democracia está herida de gravedad con el encarcelamiento de la oposición, a partir de solo investigaciones preliminares, y es casi seguro que la política peruana ha cambiado por décadas. Pero la ola anticorrupción volteándose en contra de Vizcarra, simplemente es un escenario de pesadilla con pronóstico reservado.

Más allá de que la historia de Vizcarra y de sus asesores marxistas estará signada por el encarcelamiento arbitrario de la dirigencia opositora, cualquier peruano de buena voluntad aconsejaría al jefe de Estado iniciar el camino de la rectificación, sobre todo considerando que todavía goza de una soberbia popularidad. Y ese camino se inicia con la creación de un escenario diferente: el de las reformas y la transformación del país. Por ejemplo, la reforma laboral, el relanzamiento de las inversiones en infraestructuras, la focalización de la reforma educativa en la meritocracia y la transformación del sistema de salud. Si el jefe de Estado no se mueve del actual posicionamiento, si sigue guerreando para controlar instituciones, tarde o temprano se ahogará en la ola que él mismo alimentó.

El jefe de Estado también tiene otra alternativa. Y seguro que ya se lo han dicho los otoñales marxistas que lo rodean. Decidir —como lo hacen los hombres con espíritu de aventura— apostar por la reelección en el 2021. Finalmente, los resultados del referéndum —que bastardearon el sistema político y estatizaron las campañas electorales— y el control del Ministerio Público son hechos absolutamente coherentes con una estrategia reeleccionista.

Sin embargo, para consolidar una estrategia reeleccionista no solo basta el populismo político (ola anticorrupción y control de instituciones), sino también se requiere populismo económico. Un Gobierno que no gobierna (el país está virtualmente abandonado), que no impulsa reformas y que ya no tiene oposición, de una u otra manera, necesita regalar pescado para mantener popularidad alta. De lo contrario la parálisis del país puede mezclarse con la ola que se vuelve en contra

En cualquier caso, el presidente Vizcarra debería decidir por la transformación del Perú. El asunto es más que complicado. Hasta los medios tradicionales comienzan a ajustarlo sabe Dios con qué intenciones. El jefe de Estado debería decidirse para que los demócratas sepan a qué atenerse, y también porque no hay posibilidades de sobrevivir en pausa.

 

 

Víctor Andrés Ponce
25 de enero del 2019

NOTICIAS RELACIONADAS >

Perú, Chile y Bolivia y la importancia de la unidad

Columna del Director

Perú, Chile y Bolivia y la importancia de la unidad

Perú, Chile y Bolivia son tres países de América ...

14 de julio
La derecha peruana y la fragmentación política

Columna del Director

La derecha peruana y la fragmentación política

En Chile, la llamada convención constituyente y el gobierno de ...

19 de junio
La primera semana de León XIV

Columna del Director

La primera semana de León XIV

La primera semana de León XIV en el pontificado de la Iglesia C...

23 de mayo

COMENTARIOS