Gobierno desmantela la carrera pública magisterial

Como sabemos, el actual presidente de la República, Pedro Castillo, entró en la política en el año 2017, como dirigente de una facción sindical dentro del magisterio que se oponía a las evaluaciones periódicas que, como parte de la Carrera Pública Magisterial, realiza el Ministerio de Educación (Minedu). Castillo fue uno de los organizadores de la gran huelga magisterial que paralizó completamente la educación pública desde junio hasta setiembre de ese año. “Nosotros evaluamos permanentemente a nuestros estudiantes, pero no los echamos a sus casas, cuando desaprueban”, fue el peculiar argumento que usó entonces el combativo dirigente sindical Castillo para oponerse a las evaluaciones a los maestros.

Una vez llegado al poder, Castillo ha seguido firme en su propósito de desmantelar la Carrera Pública Magisterial, que es una importante política de Estado que se inició hace más de una década. Una política que se rige por la Ley N° 29944, que promueve el nombramiento y la promoción de los docentes en base a los méritos y las calificaciones académicas. Una de las más escandalosas acciones contra la Carrera Pública Magisterial ocurrió en noviembre del año pasado, cuando horas antes de que 300,000 docentes rindieran la Prueba Única Nacional para el concurso docente del 2021, se filtraron las respuestas de ese examen. Diversos medios mostraron documentos enviados a los profesores que iban a ser evaluados, y en los que se les brindaban las respuestas a las preguntas que les iban a hacer en el examen, especialmente las de razonamiento verbal y de razonamiento matemático. Al principio el Gobierno, como es su costumbre, lo negó todo; pero ante la contundencia de las pruebas, la filtración fue reconocida por las autoridades, se anuló el examen y también todo el proceso de evaluaciones del 2021.

Pero no solo se está abandonando la meritocracia en lo que respecta a los profesores, también se está dejando de lado, en nombre de un “igualitarismo mal entendido”, el reconocimiento a los méritos de los propios alumnos. En esa dirección apunta el proyecto de ley aprobado hace tres meses por el Consejo de Ministros, pero que todavía necesita ser aprobado por el Congreso, que “otorga el ingreso libre a universidades, institutos, escuelas tecnológicas y pedagógicas”. Como sabemos, durante décadas el examen de ingreso a las universidades ha sido la gran evaluación de los méritos de los estudiantes egresados de las escuelas peruanas. No importaba la calidad del colegio de origen del estudiante, sino su desempeño académico, evaluado de forma anónima e imparcial: ingresaban a las universidades los mejores estudiantes. 

Pero ¿es factible el ingreso directo a las universidades? Diversos especialistas ya han explicado que es absolutamente imposible. Américo Guevara López, presidente de la Asociación Nacional de Universidades Públicas del Perú (ANUPP) señaló que antes de establecer ese ingreso libre son necesarios cinco grandes cambios: “El primero es atender la demanda universitaria, porque actualmente las universidades públicas solo atienden a un porcentaje menor de ella. De acuerdo con las estadísticas de los últimos años, las universidades públicas albergan solo al 19.15% de los estudiantes, mientras que las universidades privadas al 80.84%”.

Los otros cambios señalados por Guevara López tienen que ver con el imprescindible aumento de la calidad de la educación escolar, el incremento significativo del presupuesto para las universidades públicas, la generación de la infraestructura necesaria para el gran incremento de estudiantes universitarios que se produciría, y también el aumento radical del número de docentes universitarios. Ninguna de esas condiciones está siquiera cerca de lograrse. 

Por último, el más injusto obstáculo puesto a la meritocracia entre los estudiantes es la radical reducción del 80% en el número de becados por el programa Beca 18. Como se sabe mediante Beca 18 el Estado apoya a jóvenes con talento académico y en condición de pobreza o vulnerabilidad social, con becas integrales para que estudien en las mejores universidades e institutos del país, públicos y privados. Pero hace exactamente una semana, Alexander Casas Cóndor, del Frente de Postulantes a Beca 18, denunció que “no se han invertido más de S/ 76 millones de este programa, porque ese dinero se está ahorrando para el proyecto de ingreso libre a las universidades”. Y debido a esa disminución del presupuesto, los estudiantes beneficiados por Beca 18 han pasado de ser 5,000 el año pasado a solo 1,194 en este año.