Desde las reformas económicas de los noventa, la Consti...
El Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación (Minedu), ha decidido que el Programa Beca 18 solo sirva para aplicar a universidades públicas. De esta manera los estudiantes de secundaria del tercio superior que acrediten situación de pobreza solo podrán postular a universidades públicas.
De esta manera, uno de los mejores programas de calidad educativa, focalizados en la ayuda a los estudiantes con más talento de los sectores más pobres del país, comienza a ser estatizado bajo criterios populistas. En la medida que la decisión de Pronabec tiene efectos retroactivos, las familias pobres de más de 20,000 beneficiarios han entrado en angustia.
Mediante resolución directoral 045-2022, Pronabec ha alterado los criterios para la selección de Beca 18 del presente año: se aplican criterios arbitrarios para “la posición en la lista de universidades e institutos priorizados” y “gestión o tipo de universidad o instituto licenciado”, con el objeto de alterar los puntajes a favor de las universidades públicas.
El camino de la estatización del sistema educativo entonces se ha iniciado. ¿Por qué? Porque el Programa Beca 18, que captaba a los mejores estudiantes de los sectores más pobres del país, no solo era un mecanismo excelente de redistribución de justicia –el pobre con talento mediante la educación superaba la pobreza de varias generaciones– sino que también alentaba la competencia entre los diferentes tipos de universidad: pública, asociativa y privada. Y según el Ranking de Excelencia Universitaria 2021, elaborado por la Sunedu (Superintendencia de Educación Superior Univesitaria), en el top ten de universidades del Perú, siete son privadas (cuatro asociativas y tres societarias) y solo tres públicas..
La familia humilde, con un hijo en Beca 18, tenía la posibilidad de elegir entre diversos modelos de universidad, de acuerdo a la calidad y la excelencia de los claustros. De esta manera los claustros públicos y privados pugnaban por ganar el favor de las familias beneficiadas.
La estrategia de Beca 18 era empoderar a las familias, a los consumidores, significaba otorgar herramientas de control a la demanda educativa. Y, es incuestionable que en los últimos años las universidades privadas de calidad comenzaban a avanzar significativamente en la confianza de las familias beneficiadas por el mencionado programa.
Vale señalar que, no obstante el fracaso en el licenciamiento de decenas de universidades en el sistema de educación superior, dos tercios de la matrícula siguen correspondiendo a los claustros privados (universidades asociativas y societarias) y otro tercio a los claustros públicos.
Sin embargo, no solo se trata de redistribución de alumnos en la educación superior, sino de redistribución de justicia y calidad. ¿Por qué? Antes de la promulgación del Decreto Legislativo 882, que posibilitó la inversión privada en el sistema educativo y la creación de los claustros privados, dos tercios de la matrícula en la educación superior eran absorbidos por la universidad pública y un tercio por los privados. Desde que se posibilitó la inversión privada, los claustros privados comenzaron a absorber la matrícula, mientras que la universidad pública evitaba tugurizarse por la incapacidad del Estado para atender la explosión de la demanda.
De esta manera, por ejemplo, San Marcos en los noventa tenía alrededor de 45,000 estudiantes. Hoy, en la segunda década del nuevo milenio, igualmente, cuenta con alrededor de 45,000 estudiantes, pero con un presupuesto 10 o 15 veces superior. ¿Quién se beneficia de esta reconfiguración de la matrícula? Los estudiantes más pobres, pero con talento que pueden superar el rígido sistema de calificación sanmarquino.
El sistema Beca 18 forma parte de este sistema de redistribución de justicia y calidad que ha generado la inversión privada en la educación. Pero el estatismo, el colectivismo, se ha propuesto destruir el modelo.
El Congreso debe derogar la resolución directoral de Pronabec al término de la distancia.
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