Desde las reformas económicas de los noventa, la Consti...
Contra viento y marea, los tiempos de cambio parecen llegar a la educación pública
En este portal creemos que la meritocracia tiene que ser la piedra angular, la viga maestra, de la reforma de la educación pública que necesita el país para que los hijos de los pobres tengan oportunidades para dejar la pobreza. La meritocracia es lo único que garantiza que las escuelas públicas puedan alcanzar altos estándares de enseñanza. En este contexto es un avance la continuidad del Colegio Mayor Secundario Presidente de la República (CMSPP), y también la iniciativa de replicar la experiencia del CMSPP en las regiones mediante los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) anunciados por el Ministerio de Educación.
Es la institucionalización del mérito lo que hizo posible que el CMSPP haya sido elegido uno de los mejores colegios secundarios del país en una evaluación realizada por una universidad privada, en la que los alumnos de ese centro educativo superaron en rendimiento académico a sus pares las principales escuelas públicas y privadas del país. Es decir, de una u otra manera, el Colegio Mayor no solo se convierte en un referente para las escuelas públicas sino también para muchos colegios particulares.
La clave del éxito del CMSPP está en la selección de los mejores estudiantes, pero también de los mejores maestros. Esta parece ser la fórmula fundamental para lograr el éxito de cualquier reforma educativa.
El Colegio Mayor ha irrumpido con éxito porque rompió con el viejo modelo que hundió a la escuela pública en la mediocridad. Acabó así con décadas de dictadura sindical e indolencia del Estado en la educación pública. Para enseñar en el CMSPP no es necesario pertenecer al SUTEP ni al Colegio de Profesores, por eso en él enseñan profesionales destacados en diversas áreas de las ciencias o las letras, no solo maestros de carrera.
El Ministro de Educación, Jaime Saavedra, ha acertado en darle continuidad al CMSPP. Y ahora acierta otra vez en su proyecto de replicar la experiencia del Colegio Mayor en 13 Colegios de Alto Rendimiento (COAR) en igual número de regiones. Este proyecto positivo podría ser el primer paso para que la educación de calidad llegue a todas las escuelas públicas. Si así fuera, el actual gobierno le dejaría al país la reformas más importantes de los últimos tiempos.
En los años 50, el presidente Manuel Odría creó las Grandes Unidades Escolares (GUE, hoy Colegios Emblemáticos), como escuelas de primer nivel a las que ingresaban los mejores alumnos de los colegios de primaria, previo concurso de admisión. Las GUE teníancomo maestros a profesionales destacados en ciencias o letras. También la mejor infraestructura: laboratorios, bibliotecas, talleres de trabajo, salas de lectura, campos deportivos, entrenadores calificados, etc. Esta obra marcó el inicio de la última era dorada de la educación pública.
A la par con el CMSPP y los COAR, el MINEDU podría retomar aquel modelo que mejoró sustancialmente la educación en su momento. Sería un salto cualitativo en el esfuerzo por darles a las familias más pobres una oportunidad para que sus hijos accedan a una educación secundaria de buena calidad.
Profundizar la meritocracia sería revolucionar la calidad de la enseñanza pública porque crearía una fuerza renovadora de tal magnitud que terminaría involucrando a todas las escuelas del país. En el reino de la meritocracia ya no habría espacio alguno para la dictadura sindical del Sutep. Pero eso no es todo. El hecho de que los alumnos del Colegio Mayor hayan superado en la evaluación reciente a los mejores colegios particulares también le plantea retos a la inversión privada en el sector educación. Es decir, la valla alta que coloca el Colegio Mayor obliga a las demás escuelas públicas y privadas a seguir esforzándose en mejorar.
De esta manera, el casi 6% del PBI que se destina a la educación ( 3% estatal y 3%privado) se potenciaría a niveles impensados. La meritocracia entonces desataría una convergencia de los esfuerzos estatales y privados en educación alrededor de la calidad. En educación el sueño tiene que ser grande porque en esa grandeza reside el futuro del país.
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