En el Perú, hablar de cobre no es solo hablar de miner&...
El pasado 13 de mayo se inició la primera temporada de pesca industrial de anchoveta en la zona centro y norte. Es una muy buena noticia para la recuperación económica peruana y para el fomento del empleo y bienestar de miles de familias que dependen de este sector económico. Otra buena noticia es que, según un reporte científico del Instituto de Mar del Perú (Imarpe), actualmente existe una biomasa de anchoveta “saludable” que sobrepasa los 10 millones de toneladas.
Esta última cifra corrobora que la biomasa de anchoveta ha sido manejada de manera sostenible y sensata en los últimos años por la referida institución. Vale indicar que en enero de este año el Ejecutivo, a través del Ministerio de la Producción, realizó cambios en la estructura y la composición del Imarpe, estableciendo que el presidente del directorio se debe designar por concurso público, y que ya no se elija únicamente entre los almirantes de la Marina de Guerra, con especialidad en hidrografía y con servicios de más de 35 años en el Estado.
Además, estos 10 millones de toneladas de biomasa de anchoveta reportadas hoy desvirtúan las denuncias y la campaña de desprestigio contra el Imarpe, cuando estaba en manos de la Marina de Guerra. Esas campañas provenían de un sector del ecologismo radical, de algunos medios de comunicación y ciertos sindicatos informales; y sirvieron como argumento para que el Ejecutivo tome por asalto la institución. En aquella denuncia se indicaba que un funcionario del Imarpe había manipulado los datos de la biomasa de la temporada de pesca 2019. Ese año, según el reporte científico, existía una biomasa de 8.3 millones de toneladas; sin embargo, la campaña de desprestigio indicaba que la “biomasa verdadera” era de 3.3 millones de toneladas y que, a través de una manipulación “grosera” (y descubierta vía correo electrónico), se pretendía engañar para “beneficiar” a los empresarios.
Pues bien, el reporte del Imarpe no solo corrobora que se decía la verdad; además la cifra representa casi un 25% más respecto al promedio de biomasa registrado en los cruceros de verano ¡desde 1994 hasta 2019! Lo que hubo, entonces, fue una campaña para retirar a la Marina de Guerra, que llevó a la conservación de la anchoveta a ser admirada por el Banco Mundial (BM), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Comisión Económica para América Latina, entre otras entidades multilaterales.
Ahora que arrancó la primera temporada, los empresarios del sector siguen a pie juntillas las recomendaciones y los protocolos de seguridad que desde el Ministerio de la Producción se han diseñado para la propagación y prevención del Covid-19. Así, se realizan pruebas moleculares a todos los trabajadores y se ha dispuesto la implementación de un seguro de vida Covid-19 para todos los miembros de la tripulación.
La pesca industrial ha contribuido en 1.2% al PBI en promedio en los últimos diez años, ha creado más de 700,000 puestos de trabajo directos e indirectos, y ha generado US$ 2,500 millones en exportaciones en la última década. Por todo ello, debe ser hoy un elemento central en la reactivación económica del Perú.
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