En el Perú, hablar de cobre no es solo hablar de miner&...
La Ley de Promoción Agraria (Ley Nº 27360) está en el limbo. Se amplió la vigencia de esta antes de la disolución del Congreso de la República; sin embargo, su aplicación está estancada porque el trámite para su promulgación —para la autógrafa del Ejecutivo— se detuvo luego del inconstitucional cierre del Congreso por parte del presidente de facto, Martín Vizcarra. El Legislativo no envío la norma al Ejecutivo y no hubo promulgación. En este escenario, no se sabe si el Ejecutivo se animará a promulgar la norma aprobada en el Legislativo bajo la modalidad de un decreto de urgencia. Veremos.
Al respecto, vale recordar que la anterior ministra del sector Agricultura (Minagri), Fabiola Muñoz, señaló que la ampliación de la vigencia de la Ley de Promoción Agraria será la gran oportunidad para que los 2.2 millones de pequeños parceleros se unan al círculo virtuoso de las exportaciones. Es decir, con títulos de propiedad, seguridad jurídica, asistencia técnica, agua e ideas de asociatividad, los propietarios de parcelas menores de cinco hectáreas tendrán la posibilidad de ser exportadores.
La de Ley Nº 27360 se ha ampliado por 10 años más y se ha extendido a otros sectores productivos, (acuícola y forestal) asumiendo los criterios de flexibilización laboral. Bajo la vigencia de esta norma, en menos de 20 años, las exportaciones agrícolas se elevaron de US$ 800 millones anuales a casi US$ 7,000 millones el año pasado. Asimismo, nuevos tratados de libre comercio han permitido que más de 600 frutas y hortalizas, cumpliendo al milímetro los protocolos fitosanitarios del primer mundo, se exporten a los mercados más importantes del planeta. De igual manera, luego de la ampliación de esta ley la ex ministra Muñoz señaló que el siguiente paso sería destrabar todos los proyectos hídricos bloqueados por la izquierda antidesarrollo. Lamentablemente, ni el Congreso ni la ministra sobrevivieron a la disolución del Congreso.
No obstante los inconvenientes causados por el Estado, las inversiones en agricultura continúan ofreciendo más trabajo, ampliando más territorios cultivables y sobre todo buscando en el mundo nuevos mercados para nuevos productos. Por ejemplo, un reporte de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP) registra un incremento de las exportaciones agrícolas de 7.7% en el periodo enero-agosto del presente año.
Según el reporte, las exportaciones de frutas y verduras se incrementaron en US$ 2,800 millones con respecto al 2018. Destaca la palta Hass, con envíos totales de US$ 702 millones. Le siguen la uva fresca con US$362 millones, el mango con US$ 185 millones, los cítricos con US$ 180 millones, el arándano con US$ 174 millones, el banano orgánico con US$ 107 millones, la granada con US$ 66 millones y la nuez de Brasil con US$ 25 millones.
Por los resultados obtenidos, la Ley de Promoción Agraria es atacada por la izquierda peruana y el marxismo. En el Congreso intentaron derogar la ley. En el campo, se oponen a los proyectos hídricos. En Puno, la represa Paltiture ha sido detenida por un conflicto territorial azuzado por izquierda. En paralelo, las autoridades de Puno han presentado una acción de amparo en los tribunales en contra del proyecto, la que ha sido desestimada recientemente. En Arequipa, el proyecto Majes Siguas II no va porque la izquierda radical se opone al cambio de tecnología —de canales abiertos a tubería— que haría más eficiente la distribución del agua. Además, el proyecto está en investigación en la Fiscalía. Abogados vinculados al marxismo han presentado una demanda ante el Ministerio Público por supuestos actos de corrupción durante la realización del proyecto.
La izquierda ataca el desarrollo del país y, por ello, a la Ley de Promoción Agraria. Los colectivismos buscan detener las inversiones que reducen la pobreza, la desocupación y la informalidad.
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