En el Perú, hablar de cobre no es solo hablar de miner&...
La gran telemaratón Respira Perú se llevó a cabo este sábado 11 de julio, y logró la hazaña de reunir S/ 8.25 millones, que serán destinados para el abastecimiento de oxígeno en los principales hospitales de todo el país, para atender a los pacientes con Covid-19. Esta loable campaña fue organizada por la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) y la Conferencia Episcopal Peruana (CEP). La telemaratón fue realizada a través de los principales canales de TV de señal abierta, desde las 2 p.m. del día de ayer. Al final del evento, en el set principal del programa “Porque hoy es sábado con Andrés", se anunció el monto recaudado, que será gestionado por la Conferencia Episcopal para comprar balones y adquirir plantas de oxígeno.
Los principales impulsores de esta iniciativa fueron Ricardo Márquez Flores (presidente de la SNI), Raúl Diez Canseco (presidente y fundador de la USIL) y monseñor Miguel Cabrejos (arzobispo de Trujillo y presidente de la CEP). En los días previos a la realización de la telemaratón, ellos se presentaron en diversos medios para concientizar a los peruanos acerca de la importancia de esta iniciativa. “Respira Perú es una cruzada humanitaria que ha motivado una red de solidaridad a nivel nacional. Por eso, estamos invitando a todos los empresarios y personas de buena voluntad a unirse a ella”, dijo monseñor Cabrejos. Por su parte, Raúl Diez Canseco explicó: “Hemos propuesto que la Iglesia Católica lidere la recaudación porque vivimos en un país convulsionado y en el que la corrupción se ha metido por todos lados. El pueblo peruano tiene que saber que ese dinero estará muy bien administrado por la Iglesia para garantizar el oxígeno a los peruanos”.
Durante esta pandemia el sector empresarial privado, mediante sus diferentes gremios –Confiep, Sociedad Nacional de Minería y Petróleo, empresas mineras en particular, etc– ha demostrado su solidaridad y compromiso con el país, como nunca antes en la historia del Perú. Y a pesar de las demagógicas campañas de satanización emprendidas contra diversos sectores de empresas, como las dedicadas a la empresas dedicadas a la venta de medicinas y a las clínicas privadas. En ambos casos resultó evidente que los problemas se generaron básicamente por las deficiencias del Estado al brindar estos servicios, y que las empresas siempre estuvieron dispuestas a llegar a acuerdos para colaborar con el Estado y con la población.
Son ya conocidos los errores cometidos por el Poder Ejecutivo en la contención de la pandemia y en el manejo de la crisis derivada de ella. Se nos obligó a un confinamiento general y ciego, sin inteligencia sanitaria, que ha tenido el terrible efecto de profundizar la crisis económica. Por ello, la recesión peruana será una de las mayores del mundo: nuestro PBI va a caer en alrededor de 15%, la pobreza va a aumentar en tres o cuatro millones de peruanos, y el 30% de la población del país va a estar por debajo de la línea de pobreza. En este contexto es necesario recordar que el 85% de los ingresos del Estado provienen de los impuestos que paga el sector privado. Sin el aporte de este sector el país no hubiera podido hacer frente a la pandemia, y tampoco podría superar la actual crisis económica. Iniciativas como la telemaratón Respira Perú demuestran la solidaridad de los empresarios peruanos y su profundo compromiso con el futuro del país.
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