En el Perú, hablar de cobre no es solo hablar de miner&...
En medio de la crisis económica, una buena noticia: el Ministerio de la Producción (Produce) estableció el día jueves 12 de noviembre para el inicio de la segunda temporada de pesca de anchoveta en la zona norte-centro del país. En ese sentido, de acuerdo con la Resolución Ministerial (N° 00383-2020-PRODUCE) la autorización abarca el máximo total de captura permisible de 2.78 millones de toneladas. Asimismo, la resolución prohíbe la extracción y procesamiento de ejemplares de anchoveta con tallas menores a las previstas en las normas vigentes, permitiéndose una tolerancia máxima de 10%, expresada en número de ejemplares.
Sin duda, todo lo anterior es una excelente noticia para el Perú. La pesca de anchoveta se ha convertido hoy en un motor de la economía nacional, sobre todo ahora, en medio de una gran crisis económica. Desde este portal aseguramos que hoy el Perú depende de la anchoveta. Si esta segunda temporada resulta como la primera, entonces sería un éxito asegurado que permitiría la creación de empleo y exportaciones.
Vale recordar que según datos de la Sociedad Nacional de Pesquería, en la primera temporada se logró la captura de 2.4 millones de toneladas que generaron más de US$ 1,000 millones en exportaciones de harina y aceite de pescado. Eso ha permitido salvar miles de puestos de trabajo, que hoy dependen del mar y de sus recursos. Para tener una idea del impacto de la pesca en la economía nacional, basta señalar que en solo dos meses (tiempo que duró la primera temporada) los trabajadores recibieron alrededor de S/ 430 millones en remuneraciones; asimismo hoy el sector emplea a alrededor de 700,000 trabajadores, de manera directa o indirecta.
En los últimos años la anchoveta se ha convertido en un recurso sostenible debido a las políticas nacionales y a la alianza entre el sector privado y el público. Meses atrás la FAO publicó un informe, llamado “Estado mundial de la pesca y la acuicultura 2020” (SOFIA, por su siglas), en el que despejó dudas y tiró por el suelo varios mitos que el ecologismo radical ha creado sobre la pesca de anchoveta. En primer lugar, se destaca la productividad y sostenibilidad de la anchoveta en Perú y Chile, países que impusieron el crecimiento de la pesca de este recurso en 7% a nivel mundial. En segundo lugar, el informe indica que “en general, las pesquerías de manejo intensivo han visto disminuciones en la presión de pesca promedio y aumentos en la biomasa del stock, y algunas alcanzaron niveles biológicamente sostenibles”. Es decir, la propia FAO declara que la pesca de anchoveta está dentro de parámetros biológicamente sustentables, refutando el mito de la sobreexplotación de de este recurso, una mentira divulgada por los ecologistas extremos.
Sin embargo, algunas organizaciones no gubernamentales han pedido al Produce que no se abra la segunda temporada de pesca de anchoveta. Supuestos sindicatos en Chimbote y oenegés de izquierda llaman a que "no se se deprede el mar", a pesar de que todos los estudios técnicos digan lo contrario. Hoy se necesita prender los motores de la economía para poder revertir la situación de emergencia nacional frente a la Covid-19.
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