En el Perú, hablar de cobre no es solo hablar de miner&...
Si los ingresos de Essalud no aumentan, tarde o temprano, la crisis de la seguridad social se agravará y el sistema como tal podría desmoronarse. En el llamado Libro Blanco, que ha elaborado la nueva administración de Essalud se describe una verdadera tragedia: un déficit de infraestructuras de S/ 32,000 millones. Si la cifra es demasiado fría quizá vale señalar que en Essalud faltan 11,000 camas aproximadamente. En cuanto a recursos humanos, el mencionado texto establece que faltan 5,000 médicos y 9,000 enfermeras.
Estas cifras estremecen a cualquiera. Se convierten en aterradoras cuando nos enteramos de que Essalud atiende al 36% de la población; es decir, alrededor de 11 millones de personas. Y el asunto se vuelve incomprensible si nos enteramos de que las deudas de los sectores públicos y privados suman los S/ 4,200 millones, por diversos motivos.
Es en este contexto que resulta pertinente el Decreto de Urgencia 028-2019, publicado por el Ejecutivo, que aumenta el aporte de los trabajadores del Estado contratados bajo el régimen de Contratos Administrativos de Servicio (CAS) a Essalud. Hasta antes de esta norma la base imponible para aportar el 9% a la seguridad social era el 30% de una UIT. A partir del 2020 será el 45% y del 2021 será 55%. Esta medida se adoptó luego de 11 años en que los trabajadores CAS solo aportaban a la seguridad social sobre una base imponible extremadamente reducida, lo que se convirtió en una de las causas del grave déficit que afronta Essalud. En el Ministerio de Economía y Finanzas se informó que este incremento en los aportes representará un ingreso de S/ 160 millones que solo se destinará a comprar equipos médicos de Essalud y rehabilitar infraestructura en estado crítica, entre otros.
Asimismo, el Ejecutivo publicó otro decreto de urgencia que establece un sistema para refinanciar y reestructurar las deudas –por aportes no realizados a Essalud– que tienen entidades del Estado y del sector privado. Al respecto, las autoridades de Essalud informaron que esta medida va a permitir recuperar S/ 628 millones que se destinarán a la compra de equipamiento y mejora de las infraestructuras.
El sistema de seguridad social ha sido tratado, por absolutamente todos los gobiernos como un espacio de maniobra para las políticas populistas. La ira de los usuarios por falta de turnos de atención, las demoras para conseguir una cita médica o, peor aún, una cirugía, considerando que Essalud se encarga de las atenciones de alta complejidad, no solo se explican por las negligencias de las previas administraciones de Essalud, sino tambiėn por la visión demagógica de los gobiernos de turno. Hoy las cosas empiezan a cambiar para bien, y los esfuerzos deben ser respaldados.
¿Cómo se ha llegado a los niveles alarmantes de déficit? En el “Estudio financiero actuarial”, presentado por la administración de la Seguridad Social, se establece que los gastos superarán de manera alarmante a los ingresos en el 2020. Y entre los motivos de esta situación están las distorsiones que desfinancian el sistema; como los aportes del régimen CAS, que empezarán a cambiar a partir de este año. El cambio es insuficiente ante la magnitud de la crisis, pero el avance vale.
En igual condición están los aportes de los trabajadores de Educación y Salud sobre el 65% del salario. Además, está la responsabilidad de Essalud de pagar las jubilaciones de los regímenes 20530 y 18846, que exigen S/ 650 millones al año. Una obligación absurda que debería ser asumida por la ONP y representa el 7% de la seguridad social. Totalmente incomprensible.
Si un país de ingreso medio no aborda la reforma de sus sistema seguridad social, entonces no está mirando el futuro, en el que los viejos y jubilados serán mayoría frente una población de jóvenes cada vez menor. Y estos últimos son los que aportan a los sistemas.
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