Javier Agreda

Tablillas de San Lázaro

Rosella Di Paolo, Premio Casa de la Literatura Peruana 2020

Tablillas de San Lázaro
Javier Agreda
10 de noviembre del 2020


La escritora Rosella di Paolo (Lima, 1960) compartió con sus compañeras de generación, ese importante grupo de poetas peruanas surgido en los años ochenta, la temática amorosa y hasta cierto punto erótica, pero sus opciones formales la distanciaron del espíritu vanguardista y voluntad de ruptura dominantes entre ellas. Ya en sus primeros libros –
Prueba de galera (1985) y Continuidad de los cuadros (1988) y Piel alzada (1993)– llamaba la atención el cuidadoso trabajo con las imágenes y la sonoridad de los versos, que alcanzarían su mejor expresión en Tablillas de San Lázaro (2001). 

La ausencia del ser amado es el motivo central de Tablillas..., una ausencia que el yo poético intenta expresar a través de diversas metamorfosis. Así lo vemos transformarse, especialmente en la primera de las tres partes en que está dividido el poemario, en diferentes objetos o personajes.  En “Jaculatoria” es la hierba que alimentará al amado (“Oh acércate... arranca despacio mi cabeza/ mastícame”); en “Esferas” un navegante perdido en medio del océano (“Arrójame astrolabios, sextantes, rosas de muchos vientos/ pero no me dejes aquí...”); y en “Cuadrivio” uno de los leprosos que en el pasado solían salir en grupo a pedir limosna a los caminos más transitados. De aquí proviene el título del libro, pues estos mendigos llamaban la atención de los viajeros haciendo sonar unas maderas denominadas tablillas de San Lázaro.

No se puede dejar de relacionar el empleo de estas máscaras con la propensión actual (tanto en narrativa como en poesía) a abordar los temas no a partir de la experiencia personal y directa sino de la intermediación de las recreaciones que nos proporcionan la literatura, la historia o los medios de comunicación masiva. Es una de las características de lo que se dio en llamar la “posmodernidad”, que con el paso del tiempo se ha vuelto casi una marca de época. Y que hace casi imposible que en la actualidad se escriban poemas de amor “tradicionales”, como los que Petrarca dedicaba a Laura o Garcilaso a Elisa, en los que se hable abiertamente y sin pudores de los padecimientos y las lágrimas que ocasiona la ausencia de la persona amada.

Di Paolo acepta, por eso, participar de esos juegos intertextuales, pero lo hace tomando la distancia necesaria y con una evidente ironía, que en muchos pasajes adopta la forma de un cierto tono bíblico. Nos puede hablar de un “mar de lágrimas” y otros muchos tópicos propios de la poesía amorosa tradicional, aunque sólo sea para concluir que ese mar está conduciendo al amado hacia el olvido (“Cuánto más puede un párpado”); o para enriquecerlos con las reflexiones borgianas sobre la escritura de Dios (“Líneas”). Hay además un implícito humorismo incluso en los versos más dramáticos: “arrojabas las piedras contra mi cuerpo/ y yo me mantuve en mi sitio/.../cómo dejarlas caer sin haberme tocado./ eran tus piedras./ era sólo mi cuerpo. (“Piedras”). 

Dos poemas resultan claves para entender el conjunto: “Sal si puedes II”, una especie de parodia de arte poética, y “Desierto de Orem”, el más extenso y que ocupa toda la segunda parte del libro. En este último la autora parece asumir su propuesta de la transubstanciación del yo poético de la manera más radical y desarrollarla con mayor amplitud en las palabras de un desierto que reflexiona sobre su soledad y el temor que infunde en los hombres. Por supuesto, es también un poema de amor, que expresa claramente algo que queda sugerido en los otros, la inevitable lejanía de lo deseado: “amo el agua que no puedo poseer/ si se le acercara mi densa boca/.../no sería el agua más/ sería yo mismo”. Así, trabajando con rigor y coherencia su poética personal, Di Paolo logró que Tablillas de San Lázaro trascienda los límites de la poesía amorosa.

Javier Agreda
10 de noviembre del 2020

NOTICIAS RELACIONADAS >

El calígrafo de Voltaire

Columnas

El calígrafo de Voltaire

Escritor, guionista y editor, Pablo de Santis (Buenos Aires, 1963) es ...

18 de abril
Orbital: poesía en gravedad cero

Columnas

Orbital: poesía en gravedad cero

Con Orbital (Anagrama, 2025) la escritora británica Samantha Ha...

15 de abril
El arte de narrar el vacío: la microficción de Ricardo Sumalavia

Columnas

El arte de narrar el vacío: la microficción de Ricardo Sumalavia

La narrativa breve de Ricardo Sumalavia (Lima, 1968) se distingue por ...

31 de marzo

COMENTARIOS