Mario Saldaña
Razones de sobra para un acuerdo
Caída de la inversión, conflictos sociales, delincuencia...
Señor presidente Pedro Pablo Kuczynski, señora Keiko Fujimori. Con el debido respeto, acudir a un diálogo, y más que eso, trasladar una o varias conversaciones hacia un acuerdo explícito y concreto en favor del Perú, no debería ser opcional ni estar sujeto al cubileteo electoral; es una obligación moral ante la inmensa mayoría de compatriotas. Les detallo solo algunas de las razones que han debido gatillar hace meses esa actitud de responsabilidad por el Perú.
Estamos a punto de coronar catorce trimestres consecutivos de caída de la inversión privada, producto no del bajo precio de nuestros principales productos de exportación, ni de la falta de liquidez financiera, ni de un altísimo nivel de conflictividad social, sino de la desconfianza creada por una demanda interna que no se reactiva, la sobre regulación y exceso de burocratismo y entrampamiento en el sector público, y la incapacidad de manejo (y eventual no aplicación del principio de autoridad) en determinados focos de activismo anti inversión en proyectos extractivos claves.
Si el inversionista pequeño, mediano o grande observa de parte de las organizaciones que controlan en Ejecutivo y el Legislativo un compromiso explícito para acabar con estos males y un alineamiento en los objetivos, no se necesita ser mago para concluir que el clima de expectativas variará positivamente.
Y no me refiero solo a la gran rueda del crecimiento que es la iniciativa privada; la inversión pública (al menos en este segundo semestre del año) es crucial para intentar alcanzar al menos el 3% de evolución positiva del PBI. El MEF ha proyectado un crecimiento de 15% en este rubro para este año; pero como van las cosas, la meta sigue siendo claramente optimista.
Si fuéramos Japón o Corea, a estas alturas, seguramente ya se habrían echado a andar no menos del 20% o 30% de los S/ 20,000 millones previstos para la reconstrucción por El Niño costero (ok, somos Perú y nuestro Estado es lento e ineficiente estructuralmente). Pero si encima de eso, el Congreso se echa abajo una norma que precisamente iba a aligerar, hacer más eficiente y brindar mayor seguridad jurídica a las expropiaciones, el Gobierno queda desarmado por completo para lograr su propósito, y en paralelo, obras cruciales para los Panamericanos —por ejemplo— se pondrían en riesgo.
¿Quieren razones menos “teóricas”? Hace un par de días una importante autoridad me comentó que trasladarse de Huancayo a Lima, vía Jauja (¡felicitaciones por la ampliación del aeropuerto!), con tramo terrestre y espera para tomar el avión incluidas, le supuso menos de dos horas; pero que llegar del Jorge Chávez a La Molina le tomó dos horas con quince minutos.
Otra: no puede ser que los muertos por dengue en Piura sean 29 personas, cuando a consecuencia de la devastación de El Niño a nivel nacional, las víctimas mortales han sumado 114.
Otra más: no puede ser que el propio Mininter, en el marco de un solo operativo anticrimen organizado en el Callao (de los constantes y muy eficientes que viene logrando en los últimos meses, ¡bravo por eso!) haya capturado a 24 policías que integran las mafias, incluyendo una ex autoridad del INPE.
Y otra más: no puede ser que el señor Toledo se ría de la extradición que ha planteado el Perú solo porque las autoridades fiscales y judiciales no se esmeran en consolidar en un solo proceso las acusaciones que tiene por Ecoteva y Lava Jato.
Como ven, sobran razones y tareas de un lado y del otro. Pónganse la camiseta del Perú, señor presidente y señora Fujimori. No permitan que se pierda un quinquenio más.
Mario Saldaña C.
@msaldanac
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