Javier Agreda
Raúl Zurita: Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana
El más importante para la poesía de habla hispana

El poeta chileno Raúl Zurita ha sido distinguido con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, que premia el conjunto de la obra de un autor vivo que, por su valor literario, se haya constituido en un aporte relevante al patrimonio cultural del mundo de habla hispana. En esta su vigésimo novena edición, ha sido otorgado a Zurita como “un reconocimiento a su ejemplo poético de sobreponerse al dolor con versos y palabras comprometidas con la vida, la libertad y la naturaleza”, según dijo María Llanos Castellanos, presidenta del jurado. Zurita es el tercer poeta chileno en obtener este galardón, pues antes lo recibieron Gonzalo Rojas (1992) y Nicanor Parra (2001). La única peruana peruana que ha alcanzado este premio es Blanca Varela (2007).
Raúl Armando Zurita nació en Santiago de Chile, en 1950, hijo de un chileno y de una italiana. Como su padre murió muy joven. Raúl fue criado por su familia materna y tuvo como primera lengua el italiano. Se formó como ingeniero civil en Valparaíso, donde también comenzó su militancia en partidos políticos de izquierda, que lo llevó a sufrir prisión y torturas por parte de la dictadura pinochetista. No obstante, Zurita siempre estuvo muy vinculado a la comunidad de artistas, y en los años setenta incluso llegó a realizar performances al lado de su esposa, la también escritora Diamela Eltit. Y aunque en esa época publicó algunos poemas en revistas culturales, el primer poemario de Zurita, Purgatorio, recién apareció en 1979, cuando él bordeaba los 30 años de edad.
Según el poeta Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, “Purgatorio es un poemario con un lenguaje libre, arrebatado y ajustado. Una obra que se convirtió en un referente decisivo para la poesía iberoamericana de los años setenta, y en un emblema de la gran tradición de la poesía chilena”. Las experimentaciones y la lucha con la racionalidad del lenguaje continuaron en Anteparaíso (1982), y en la larga serie de poemarios posteriores: El paraíso está vacío (1984), Canto a su amor desaparecido (1985), La vida nueva (1994), Canto de los ríos que se aman (1997), Poemas militantes (2000), INRI (2004), entre muchos otros. En todos ellos hay siempre una actitud literaria arriesgada y radical. Como en su obra más ambiciosa: Zurita (2011), de casi 800 páginas, en las que se conjugan la poesía, la novela y la historia.
El Premio Reina Sofía es entregado anualmente desde 1992 por el Ministerio de la Presidencia de España y la Universidad de Salamanca. Incluye un monto de 42,100 euros y la edición de un poemario antológico del galardonado, con estudio y notas a cargo de un destacado especialista de la Universidad de Salamanca. Al enterarse de que le había sido otorgado el premio de este año, Zurita comentó: “Lo tomo como un reconocimiento al caudal enorme de la poesía chilena. Uno es apenas una gota más de un río muy grande que lo antecede”.
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