David Auris Villegas
Los jóvenes y la construcción de un mundo mejor
En el Día Internacional de la Juventud
La juventud representa alegría, rebeldía, fuerza, desafíos y esperanza, pero también gritos de dolor y frustración por las guerras que hemos provocado los mayores, convirtiéndonos en deudores con este vasto grupo de soñadores. Como sociedad, debemos asumir nuestro rol de mentores, garantizando la educación y las oportunidades para que todos los jóvenes puedan desarrollar su potencial y contribuir a hacer de este planeta un mundo mejor.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) destaca que los jóvenes, auténticos nativos digitales, lideran el uso de las tecnologías y marcan las tendencias en innovación. Esto implica que a través de estos medios expresan sus desafíos y aportan soluciones a los problemas globales. Como el poeta nicaragüense Rubén Darío celebraba poéticamente, la juventud es un "divino tesoro", llena de potencial e ilusiones que ahora son un bastión para el logro del desarrollo sostenible. Su energía e innovación son clave para enfrentar los retos ambientales y sociales, y fomentar su participación y liderazgo es esencial para construir un futuro más equitativo y próspero.
Desde 1985, cada 12 de agosto, la ONU celebra el Día Internacional de la Juventud para valorar el papel creativo y enérgico de los jóvenes en el desarrollo global. Este día se enfoca en los jóvenes de entre 15 y 24 años, que suman alrededor de 1,300 millones. La ONU promueve el Programa de Acción Mundial para los Jóvenes, abordando desafíos como el acceso a la educación básica y superior, la salud universal, la equidad de género y el empleo.
Sin embargo, a menudo olvidamos que los jóvenes son el presente y el futuro de una nación. En Perú, por ejemplo, al 2023, más de un millón y medio de jóvenes de 15 a 29 años ni estudian ni trabajan (los conocidos como "ninis"), según la Cámara de Comercio de Lima. Esta dura realidad, que poco ayuda al desarrollo del capital humano, debe alertar al gobierno sobre la necesidad de implementar políticas inclusivas y financiación de becas para programas educativos. Las universidades e institutos tecnológicos pueden ofrecer formación especializada de corta duración, en áreas como informática, marketing y emprendimiento, brindando a los jóvenes los pertrechos necesarios para contribuir al desarrollo sostenible que todos aspiramos.
En este Día de la Juventud, cambiemos nuestro paradigma sobre el liderazgo global, dándoles a los jóvenes la oportunidad de coliderar el planeta, ofreciéndoles herramientas innovadoras con visión de desarrollo del país. De lo contrario, ellos no estarán empoderados para afrontar con éxito los desafíos del incierto futuro.
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