Arturo Valverde
Hueso sano
Doquiera que está la virtud en eminente grado, es perseguida
Don Miguel, como es bastante probable que estas cartas se hagan públicas en algún momento, considero valioso recordar aquel párrafo de su Quijote, en que el caballero de la triste figura dice que, “doquiera que está la virtud en eminente grado, es perseguida”, por la razón de que puede ser de gran interés para nuestros lectores. Sobre todo, para aquellos lectores que, por circunstancias de la vida, son los personajes deformados por la imaginación de sus calumniadores, y porque lo dicho por don Quijote, nos invita a reflexionar sobre las poderosas causas y motivaciones de estos perseguidores incansables.
Si la calumnia fuera deporte, se acumularían los medallistas. Si fuera ciencia, abundarían los genios. Si fuera religión, sobrarían los santos. En fin, yo no quiero agregar más palabras a lo que usted, o, mejor dicho, don Quijote, explica mejor, en el siguiente texto:
–En lo que toca —prosiguió Sancho—a la valentía, cortesía, hazañas y asunto de vuestra merced, hay diferentes opiniones. Unos dicen: “loco, pero gracioso”; otros, “valiente, pero desgraciado”; otros, “cortés, pero impertinente”; y por aquí van discurriendo en tantas cosas, que ni a vuestra merced ni a mí nos dejan hueso sano.
—Mira, Sancho —dijo don Quijote—: doquiera que está la virtud en eminente grado, es perseguida. Pocos o ninguno de los famosos varones que pasaron dejó de ser calumniado de la malicia. Julio César, animosísimo, prudentísimo y valentísimo capitán, fue notado de ambicioso y algún tanto no limpio, ni en sus vestidos ni en sus costumbres. Alejandro, a quien sus hazañas le alcanzaron el renombre de Magno, dicen de él que tuvo sus ciertos puntos de borracho. De Hércules, el de los muchos trabajos, se cuenta que fue lascivo y muelle. De don Galaor, hermano de Amadís de Gaula, se murmura que fue más que demasiadamente rijoso; y de su hermano, que fue llorón. Así que, ¡oh, Sancho!, entre las tantas calumnias de buenos bien pueden pasar las mías, como no sean más de las que has dicho.
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