Carlos Hakansson

El Estado formal versus el Estado informal

El final de la crisis será el triunfo de uno sobre el otro

El Estado formal versus el Estado informal
Carlos Hakansson
09 de enero del 2023


Las protestas ciudadanas —agravadas por los disturbios en calles y carreteras, con muchas personas heridas, fallecidas, daños a la propiedad pública y privada– son promovidas en su mayoría por narcotraficantes, mineros informales y apologistas del terrorismo. Todo lo anterior se suma a la estrecha colaboración de líderes sudamericanos (de Argentina, Bolivia, Colombia y México), que presionan la convocatoria inmediata a elecciones generales y la instalación de una asamblea constituyente.

Lo primero es una manifestación del Estado informal que ha venido obrando libremente durante diecisiete meses, con la anuencia de Palacio de Gobierno, contra nuestro Estado formal pero débil, inestable, en piloto automático y sin actualizar. Durante poco más de año y medio el Estado informal venció al formal valiéndose de la democracia; pero cayó –por un golpe fallido, el 7 de diciembre de 2022– sin culminar la transición para alcanzar el absoluto control de las instituciones.

En medio de esta situación, el Estado formal propone adelantar las elecciones generales para abril de 2024, pero con necesarias reformas legales y constitucionales al sistema político y electoral. El debate ha comenzado con diversas propuestas de cambio en las relaciones Ejecutivo-Legislativo. De momento, lo inmediato es obtener la investidura al gabinete; en otras palabras, aprobar la cuestión de confianza obligatoria planteada por el Primer Ministro tras la exposición en el Congreso sobre la política general del gobierno (artículo 130 CP). El apoyo de unas bancadas debe contrapesar el rechazo de los opositores al momento de votar la moción. En ese sentido, se espera que el Estado formal sea coherente en otorgar la investidura para culminar la sucesión presidencial con un gabinete que reciba la confianza parlamentaria.

En el devenir de los acontecimientos producidos desde el 28 de Julio de 2016, seis presidentes en seis años, obliga actuar para poner fin a los actos de violencia. Sin embargo, el camino de pacificación será inviable si se pretende retrotraer los hechos ocurridos justo antes del 28 de julio de 2021. La convivencia latente entre un Estado formal, que no alcanza todo el territorio nacional, con un Estado informal escondido de la autoridad y operando ilegalmente a pesar la de las fuerzas del orden ha culminado. Por eso, el final de la crisis será por el triunfo de un Estado sobre otro, por el ejercicio legítimo de la fuerza o de los votos en unas próximas elecciones generales. Ninguno querrá perder el espacio de poder ganado.

Finalmente, parte de este binomio también lo integran el 70% de ciudadanos que forman parte de la economía informal emprendedora, versátil y resiliente con un nuevo reto para lograr sobrevivir (Estado informal); así como también el 30% de ciudadanos que pagan sus impuestos (Estado formal). El punto de encuentro de ambos se produce durante los procesos electorales. El Estado informal, que no paga impuestos, termina en la segunda vuelta definiendo al próximo Presidente de la República.

Carlos Hakansson
09 de enero del 2023

NOTICIAS RELACIONADAS >

La independencia judicial frente a los poderes públicos

Columnas

La independencia judicial frente a los poderes públicos

En el constitucionalismo, la división de las funciones del pode...

15 de abril
El nuevo electorado

Columnas

El nuevo electorado

El ejercicio y las manifestaciones del poder no son estáticas s...

08 de abril
Las reformas electorales antisistema

Columnas

Las reformas electorales antisistema

Las normas electorales funcionan como un sistema que, además de...

01 de abril

COMENTARIOS