El alma de las personas

Poco antes de viajar a Espinar (Cusco) y participar de un homenaje por el centenario del grandioso artista Jorge Eduardo Eielson, estuve cavilando mis palabras, tratando de reunirlas en una exposición que revele su prodigiosa maestría. El arte total o la idea de un puente entre las múltiples expresiones que no se agotan en una elemental representación. Este creador de infinitos pecaba desde una singular implosión discursiva desde la palabra o la materia. Eielson se levantó a hacer arte con su voz de poeta y sus delicadas manos de artesano o chamán para entregarnos sublimes obras que trascienden sus propias fronteras ergonómicas, simbólicas o como recurrentes objetos o formas de lenguaje. “Muy poca cosa es la palabra que no pretenda ir más allá de ella misma” nos dice. Un eterno vanguardista capaz de todo. 

Mientras oía canciones y pergeñaba mi teclado en búsqueda de cosas que me permitieran mejorar mi exposición o animarla para que el público no se aburriera y por cosas de la vida caí en una cuenta de TikTok de un fotógrafo español de nombre Fabio Luca Lanzarotti y sentí una fascinación deslumbrante que abarcaba esos recodos de conciencia que a uno lo sacude cuando ve algo extraordinario(momentos estelares habría dicho Stefan Zweig) hecho con amor, con laboriosa plenitud de artista y bondad de santo. “Mi meta es viajar y compartir la belleza del mundo y sus humanos a través del lente de mi cámara” dice Fabio y vaya que cumple esa noble misión.

En redes sociales abundan millones de tomas y poses que derraman artificialidad, capturas simples o cosas dignas de una pequeña felicidad sin ánimos de composición, discurso, una amalgama de colores o tonos alrededor de un objeto o cuerpo. La tecnología y las selfies han vulgarizado estas capacidades y cualquier persona saca provecho de la eventualidad y de su aparato. Es un sano derecho de fotografiarlo todo y compartir esta amenidad cargada de corazón y amateurismo. Hay muchos autores de fotografía callejera, verdaderos maestros del toque y una magnífica composición y conocedores de los trucos y técnicas posibles. Arrojan magníficas sensaciones de vitalidad entremezcladas con paisajes o estructuras. 

“Fotografiar es apropiarse de lo fotografiado. Significa establecer con el mundo una relación determinada que parece conocimiento, y por lo tanto poder.” Nos decía Susan Sontag tratando de revelarnos un estado que se manifiesta entre el perpetrador de una foto y su objeto. Esta alquimia de poder no se refugia en dogmatismo o una imposición unilateral, sino que condiciona una entrega, una cesión de uso para que el creador reconfigure su arte con el beneplácito de su buen oficio. En este noble pacto los personajes que son retratados por Fabio son captados en las calles por ese don de persuasión que muestra el virtuoso hombre y su lente con una empatía utilitarista. 

Fabio prioriza la peculiaridad, el estilo o algún rostro poco común entonces les expone su “rollo” y explica su proyecto (debe hacerlo rápidamente) y al instante comparte sus fotos y finaliza con un impecable muestrario del fotografiado que luego va a su cuenta de Instagram. Entabla un diálogo así: “Perdona, ¿te puedo hacer una pregunta?, me llamo Fabio me fijé en ti y hago retratos de gente por la calle, vale y no se pase por aquí y me gusta tu rollo y tu vibra. ¿Te puedo hacer un retrato?”. Así empieza la magia.

El repertorio de su trabajo nos conduce por esos horizontes íntimos, esos rostros cotidianos, casuales y sorpresivos que lo enuncian todo desde un sugestivo ángulo o el extracto de una mirada. Ver los ojos más allá de los ojos o la recóndita mirada de un horizonte melancólico o de risueña tranquilidad. No excluye su arte el color de piel, contextura, estatura, género, condición social o económica. Su cámara captura lo bello que escondemos los seres humanos en cualquier faceta o perspectiva. Fabio pasea con su cámara en las calles de Barcelona o Madrid o países como Cuba y otros exóticos lugares donde logra elaborar su excelente trabajo. 

Son comunes los comentarios acerca de sus fotografías y hallar frases de halago como esta: “Eso es lo que todo fotógrafo debería buscar. Fotografiar el alma de las personas”. Fabio es un ser que ha logrado capturar con su cámara la plenitud de la conciencia, el misterioso espíritu de las personas, su belleza singular y el latido de sus alegrías. 

Foto: Tomado de https://litmind.com/fabioluca