Patricio Katreil

Democracia: el fetiche comunista

Un concepto que les permite mantener su vigencia política

Democracia: el fetiche comunista
Patricio Katreil
17 de septiembre del 2024


Hace unos días falleció el exmandatario Alberto Fujimori y los ecos de odio por parte del progresismo se han hecho oír. Un importante diario de izquierda no dudó en expresar su insatisfacción por la muerte en libertad de Fujimori, calificándolo de dictador cuando a otros líderes de estado, como el comunista Fidel Castro, le regaló una despedida sin adjetivos. Por si fuera poco, ese mismo diario, cuando falleció el dictador Hugo Chávez, no expresó ningún calificativo, únicamente puso su rostro de portada y una frase sin aderezos. 

La congresista Sigrid Bazán es otra de las reinas de la hipocresía porque, cuando se trató de Fidel Castro solo hizo elogios; pero al expresidente Fujimori le regaló los insultos más bajos posibles. La comunista Verónika Mendoza, amiga del chavismo bolivariano, tampoco se queda atrás. Le mandó un “abrazo solidario” al pueblo cubano por la muerte de Fidel Castro. Sí, abrazo solidario a un pueblo que ha sido esclavizado bajo las riendas del socialismo castrista. Sin embargo, en sus recientes publicaciones en las redes, no dudo en llamar genocida al exmandatario Fujimori. 

Víctor Raúl Haya de la Torre, tiene una frase muy pertinente para estos tiempos y de la que los izquierdistas nacionales deberían aprender. “Al enemigo caído, ni una palabra de ofensa” sostenía el líder aprista.

Lo verdaderamente singular de estas quejas, burlas y enfados irracionales de parte del rojerío, es que siempre que desdeñan odio por Fujimori o cualquier líder político contemporáneo que no les guste –Javier Milei, Donald Trump o Santiago Abascal– tienen que exclamar la palabra democracia.

Pero, ¿realmente les gusta la democracia? Si revisamos un poco la historia, nos damos cuenta de que la izquierda ha sido enemiga, acérrima de la democracia. Lenin, Stalin, Mao o Pol Pot no han sido demócratas, sino todo lo contrario. Incluso los líderes más contemporáneos han dejado a la democracia por los suelos, tenemos el caso de Chávez y Castro, o los gobiernos pseudodemocráticos de Rafael Correa, Lula o Néstor Kirchner. 

Entonces, la verdadera pregunta es ¿Por qué ese fetiche con la palabra democracia si es que en verdad no lo son? La razón es porque les resulta funcional el concepto. Existen conceptos políticos que por sí mismos ya están interiorizados como buenos y deseables. 

El concepto de libertad, por ejemplo, tan abanderado de los liberales o libertarios, es deseable por cualquiera. Tenemos conceptos como Estado de derecho o Institucionalidad, que son expuestos por la tecnocracia política y que son rectificados por grupos conservadores, centristas y liberales. 

En ese sentido, esos conceptos no le van a pertenecer jamás a la izquierda. El único concepto que utilizó por años fue el de igualdad, pero se ha visto sumamente desprestigiado debido a su vacío político. ¿Igualdad a qué? ¿Igualdad en qué? La igualdad política es el Estado de derecho. Igualdad de oportunidades, es institucionalidad. La igualdad material, claramente a nadie, le convence la igualdad de bienes finales; todos desean, más aún con la globalización, no tener un tope mínimo de bienes. 

Entonces, la palabrita que les queda es “Democracia”. Palabra no muy usada por la derecha, valga aclarar. Pero, sobre todo, es un término sumamente gaseoso. La mayoría desea vivir en democracia y a la vez esta puede ser interpretada de muchas formas. Democracia representativa, directa, parcial, popular, etc. Entonces es un término aceptado por la extensa mayoría y, además, que si se distorsiona no hace mucho ruido; de hecho, en muchos casos puede hasta ser correcto dependiendo de qué literatura se use para definirlo. 

El fetiche no es entonces por la democracia como tal, el concepto griego o la democracia producto de la evolución social del republicanismo. No. El fetiche es usar un concepto que les permita vigencia política, pero a la vez la capacidad de ser malversado y desconfigurado a su agenda. El fetiche comunista es la manipulación. Por lo tanto, es bueno que la derecha reafirme siempre el concepto correcto de democracia y no caiga una vez más en ese relativismo tan común de las corrientes revolucionarias.

Patricio Katreil
17 de septiembre del 2024

NOTICIAS RELACIONADAS >

Feministas versus CR7

Columnas

Feministas versus CR7

Recientemente el astro portugués Cristiano Ronaldo abrió...

30 de agosto

COMENTARIOS