César Martín Peñaranda
Construcción de capacidades y desarrollo macroregional
Para mejorar la planificación a nivel nacional
A propósito del IV GORE Ejecutivo y la creación de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARC), que saludamos con optimismo, resaltamos dos temas que deben tornarse prioritarios en la agenda de Gobierno.
El primero es la capacity building, que hemos venido destacando como parte de una necesaria reforma institucional para transferir habilidades de ejecución y gestión a los tres niveles de gobierno, solidificando además los procesos de transparencia y gobernanza. Gran parte del éxito —rapidez y eficacia— del anunciado impulso fiscal por S/ 9,400 millones, orientado a mantenimiento e inversión pública, así como de la consolidación de la ARC (en su objetivo de destinar S/ 20,000 millones para la reconstrucción hacia el 2020) y, finalmente, de la optimización del Sistema Nacional de Programación Multianual y Gestión de Inversiones, Invierte.pe, dependerá de las capacidades de planeamiento, ejecución y gestión de los ministerios, gobiernos regionales y locales, así como también de su interacción con los entes competentes (caso ARC y ProInversión) y el sector privado.
Esto igualmente se evidencia con la nueva separación de funciones en ProInversión: la de formulación, a cargo de los concedentes, llámese ministerios o gobiernos subnacionales; así como las de estructuración y adjudicación, a cargo de la misma agencia de promoción de la inversión. Todo esto se traduce en la necesidad de capacitar y entrenar a los primeros para asegurarse de que los proyectos propuestos no solo respeten el nuevo marco funcional y legal, sino que se rijan por ciertos parámetros ambientales y sociales. Además deben contar con estudios maduros, con un grado sustancial de progreso, idealmente lo más cercano posible a estudios definitivos de ingeniería, como lo hacen las principales agencias del mundo, caso Invest in Canada. Adicionalmente, y no menos importante, la capacitación debe enfocarse en optimizar la identificación y selección de los proyectos prioritarios que conformen los planes multianuales.
Destacamos la necesidad de desarrollar una red descentralizada —como la tiene ProInversión, con dos oficinas y siete puntos de contacto en funcionamiento—, con el objetivo de transferir capacidades particularmente a los gobiernos regionales y locales. Subrayamos, sin embargo, la necesidad de consolidarla esa red a nivel nacional, en cada una de las regiones, y añadiendo unidades de gestión y ejecución (UGE) a nivel de mancomunidades (macroRregiones), dada su trascendencia, y como visualizaremos a continuación, que se concentren en la identificación y formulación de megaproyectos macroregionales.
¿Por qué insistimos en la formación y consolidación de mancomunidades más allá del desarrollo por región? Esencialmente por tres razones. Primero, contribuye a la conformación de un plan nacional de infraestructura diversificado, pero consistente, encadenado y estructurado, sin proyectos isla (aislados). Es decir, un verdadero planeamiento a nivel país.
Segundo, se ampliaría la oferta de proyectos pues se podrán ofrecer de todo tamaño, incluidos los que traspasan a una región (mayor escala) y que aglomeran varios sectores (mayor alcance, bundling). Un bundle podría ser, por ejemplo, varias iniciativas regidas bajo el esquema de responsabilidad social corporativa (RSC) en distintas mancomunidades. Esto incrementa la base de inversionistas e igualmente favorece la venta cruzada (cross-selling) de proyectos.
Tercero, lo expuesto anteriormente no hace más que contribuir a desarrollar más proyectos en menos tiempo, siempre en línea con los objetivos estratégicos propuestos por el directorio de ProInversión. Además facilitará el cumplimiento de estos mismos objetivos, pues el foco estará en las regiones a todo nivel; por ejemplo, priorizando los sectores de servicios básicos y desarrollo sostenible, optimizando además las sinergias interregionales.
Para finalizar, es importante subrayar, como lo hemos hecho en videocolumnas y columnas anteriores, que este proceso de capacity building y desarrollo macrorregional debe llevarse a cabo a través de las entidades públicas más competentes, empoderadas bajo el liderazgo del primer ministro o el propio presidente.
César Martín Peñaranda
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