LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Un gobierno bifronte que causa desconcierto
La economía gubernamental revela su apellido de izquierda
El reciente nombramiento de algunos embajadores en países importantes revelaría que el Ejecutivo ha buscado personalidades, académicos y profesionales en los predios de la llamada derecha. Y, por lo tanto, la idea de una política exterior alejada y enfrentada con el internacionalismo chavista que se desplegó en la región luego del golpe fallido de Pedro Castillo es una verdad evidente. Bajo esa lupa el Ejecutivo estaría ubicado en el lado derecho del espectro político.
Sin embargo, el espinoso tema de Petroperú –que ya acumula un rescate financiero de más de US$ 2,500 millones y proyecta otro rescate de US$ 3,500 millones y acumula una deuda de US$ 8,000 millones por la modernización de la Refinería de Talara– nos señala con absoluta claridad el apellido de izquierda y estatista del Ejecutivo. Y si vemos que el asunto del déficit fiscal puede desmadrarse por el tema de Petroperú las dudas sobre la naturaleza de izquierda del Ejecutivo se disipan. Y si a esto le sumamos una intención de aumentar la remuneración mínima vital para conseguir el aplauso de la semana, entonces las cosas están claras. El Ejecutivo tiene nombre y apellido izquierdistas.
Sin embargo, también es apropiado señalar que estamos ante un gobierno bifronte que juega por el lado de la derecha y también por la izquierda. Pero en medio de las tendencias recesivas de la economía y el bajo crecimiento, todas estas apuestas, estos gestos, son irresponsables e ignoran que se acerca el 2026. Si en las elecciones generales la pobreza bordea el 30% de la población, los proyectos antisistema tendrán un escenario ideal para desarrollar sus propuestas a favor de la constituyente con objeto de redactar un régimen económico colectivista que supere el modelo neoliberal y excluyente que supuestamente crea pobreza.
El éxito del gobierno de Dina Boluarte solo puede estar asociado al relanzamiento del crecimiento y la reducción de la pobreza. Algo imposible de lograr con la orientación de izquierda en la economía. Planteadas las cosas así, la urgencia de un cambio general de gabinete para relevar a los ministros estatistas y populistas es el primer paso para superar este momento en que todo es desconcierto a pesar de que se afirma el Estado de derecho.
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