LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Rechacemos agresión a congresista Patricia Chirinos
Amenazan con insultos y violencia a parlamentaria en un local público
Un grupo de desadaptados y violentistas agredió a la congresista Patricia Chirinos en el local “La Noche” de Barranco con insultos y amenazas. Pero no solo se trató de agresiones verbales: se arrojó un vaso que reventó en la mesa de la parlamentaria. Ante los hechos la legisladora optó por retirarse del local.
Es evidente que cualquier observador de buena voluntad, inevitablemente, tiene que condenar estos hechos y exigir que nunca más se repitan. Algo más. Desde las orillas del progresismo, incluso, Chirinos debería recibir más solidaridades y respaldos por su condición de mujer.
Sin embargo, una de las cosas que más llamó la atención es que desde las redes sociales de la izquierda se pretendió racionalizar la agresión en contra de Chirinos. Una ex ministra, por ejemplo, señaló en redes sociales que ante la negativa del Congreso a escuchar la voluntad del pueblo, entonces, la gente encuentra caminos para desarrollar algunas protestas. ¿Cómo se puede permitir semejantes expresiones entre los políticos? ¿Acaso ya estamos en una guerra civil inevitable?
Gravísimo error de las izquierdas y el progresismo en intentar justificar este tipo de hechos. No nos cabe duda de que, en medio de las terribles polarizaciones, la figura de Chirinos debe convocar reacciones adversas, sobre todo por su firmeza en las acusaciones constitucionales contra prominentes figuras de la llamada izquierda caviar. Sin embargo, nunca nada justificará este tipo de reacciones.
Quizá esta agresión sirva para invocar a todos los sectores políticos a condenar este tipo de violencias venga de donde venga y a exigir que el debate de los argumentos y las razones no sean reemplazados por las agresiones y hechos de fuerza.
Hoy que en el Perú se levanta una reacción conservadora en contra de tres décadas de predominio de fábulas y relatos caviares y progresistas, vale señalar que una de las condiciones para superar las guerras y polaridades -aparte de nuevos más relatos más inclusivos, a favor de crear una comunidad política de todos- que han destruido el espacio público, pasa por erradicar cualquier forma de violencia vinculada a la política.
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