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Contribuyentes por Respeto: se masifican conexiones ilegales de TV cable
El avance de las telecomunicaciones registrado durante las últimas décadas en el Perú ha sido vertiginoso, sobre todo en la telefonía, principalmente la móvil, y en la masificación de la Internet, mas no así en el servicio de televisión por cable, al cual tienen acceso hoy en día solamente un tercio de los hogares peruanos. ¿Por qué los otros dos tercios no pueden acceder a ese servicio? ¿Porque el crecimiento de la TV cable está tan retrasado con respecto a los otros servicios de telecomunicaciones?.
Un estudio titulado Televisión paga: Informalidad que reduce el acceso al servicio, realizado por el instituto Contribuyentes por Respeto, trata de responder a esas interrogantes a partir de datos precisos del organismo regulador de las telecomunicaciones (Osiptel) y del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), que revelan que, en nuestro país, una de cada dos conexiones de TV cable son ilegales, o sea señal robada a una empresa de ese servicio.
La última Encuesta Nacional de Hogares del INEI nos dice que actualmente 2.7 millones de hogares del país tienen TV cable, pero de ese total 1.3 millones no pagan por la misma, es decir se roban una señal ajena o la sub-arriendan ilegalmente a un vecino que tiene el servicio.
Para tener una idea más clara sobre la piratería de TV paga, veamos otras cifras elaboradas por Contribuyentes por Respeto: En el año 2004 había 31 mil conexiones ilegales de cable, en el 2013 crecieron a 1.3 millones; es decir que hace diez años eran piratas el 5.7% de las conexiones y en el 2013 fueron el 48.5%. Del 2004 al 2013 las conexiones formales crecieron 171% y las ilegales ¡4,112.9%!. El problema es mayor en las regiones del interior: en Tumbes, San Martín, Pasco y Huánuco son ilegales el 71% de las conexiones.
Los principales perjudicados por este fenómeno son las familias pobres, porque la piratería impide que los precios del servicio bajen y estén al alcance de esos hogares. El robo de TV cable es anti-pobres porque priva a éstos de un servicio que les podría llevar a sus hogares información, entretenimiento y contenidos culturales de buena calidad a bajo precio.
La TV por cable es una industria de red que necesita tener el mayor número posible de usuarios para beneficio de ella y de sus clientes. Mientras más usuarios tenga, mejor, ya que el pago que asume cada cliente por el costo de la red se reduce al dividirse entre un mayor número. A mayor número de usuarios, la empresa operadora también puede ampliar su servicio y mejorar sus productos.
La informalidad es entonces una piedra enorme que las empresas de TV cable tienen que empujar cuesta arriba para mantener su servicio. Pero esto no tendría que ser así si tuviésemos un Estado eficiente en hacer respetar los derechos de los ciudadanos que hace empresa, la ley y la autoridad. Esta ineficacia y la ausencia de autoridad marcan la diferencia entre nuestro país y otras naciones en las que los ciudadanos no se atreven a robar señal de cable no solo porque saben que no se podrán librar de una sanción ejemplar, sino también porque tienen una clara conciencia cívica de respeto a la ley y a los derechos de los demás.
Ya es hora que el Perú de pasos firmes y decididos en esa dirección, y que se acabe el imperio del abuso, la burla de la autoridad y la impunidad eterna de los infractores de la ley.
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