Alrededor de 40,000 hectáreas de cultivos del proyecto ...
Shock de competitividad para seguir creciendo y diversificar la economía
El ministro de la Producción, Piero Ghezzi, acaba de presentar avances importantes del llamado Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP) en los sectores forestal, acuícola e industrias creativas. Con gran optimismo, el ministro nos dice que estas “alianzas público-privadas” le permitirán al país recuperar tasas de crecimiento del 7% en el mediano plazo. Es evidente que el señor Ghezzi es un profesional de buenas intenciones, pero en este caso la realidad de la economía es más dura y compleja que los buenos deseos.
Las medidas anunciadas en los sectores señalados son esfuerzos encomiables por terminar con las sobrerregulaciones que ahogan a la inversión privada. Todos nos levantamos a aplaudir. Sin embargo, ¿pueden prosperar algunas políticas sectoriales si es que no se superan las causas de la desaceleración económica? Creemos que no.
Las causas del frenazo económico están, principalmente, en la caída de la inversión privada que el 2014 descendió en alrededor del 2% no obstante que, en la última década, venía creciendo por encima de los dígitos. Ahora bien, hay dos interpretaciones de este descenso. La izquierda señala que la madre del cordero es el fin del superciclo de los commodities, en tanto que un amplio sector de especialistas asevera que el origen de todo está en la falta de competitividad del país, en la postergación de las reformas estructurales de segunda generación.
El ministro Ghezzi se ha comprado el diagnóstico de la izquierda y considera que con esfuerzos sectoriales retomaremos niveles de crecimiento altos y diversificaremos la economía para no depender solo de la exportación de minerales. No obstante, ¿pueden florecer las inversiones en los sectores forestales, por ejemplo, si las comunidades nativas no han culminado la titulación de sus comunidades? ¿Pueden las industrias creativas multiplicarse si el régimen laboral es una muralla infranqueable para cualquier emprendimiento? ¿Puede despegar la acuicultura si es que las carreteras no llegan a las alturas y las llanuras donde se puede desarrollar estas industrias?
El descenso de la inversión privada en el Perú no se explica por la caída de los commodities. Argumentos hay varios, pero una simple pregunta: ¿Por qué Yanacocha persiste con el proyecto Conga y Southern con Tía María no obstante la guerra prolongada que les ha declarado el radicalismo anti minero? Es obvio que por rentabilidad, ¿no es verdad?
Si la inversión privada cae y no hay más diversificación productiva es porque el estado es la suma de todos los desastres. No tenemos instituciones ni Poder Judicial predecibles; nos falta carreteras, puentes, ferrocarriles y energía para que la industria se diversifique, se complejice y se descentralice; no tenemos una buena educación para que nos provea de una fuerza laboral más calificada, un capital humano más denso que se lance a desarrollar emprendimientos innovadores. Algo más: el sistema tributario y el sistema laboral promueven y consolidan la informalidad en el país.
El Perú entonces requiere un shock de competitividad que no solo sería una ofensiva contra los escollos a la inversión privada, sino que revelaría una nueva convergencia de los políticos alrededor del objetivo de retomar la senda del crecimiento para seguir reduciendo pobreza y desigualdad.
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