Algunos días después de la APEC, poco a poco, el Per&uac...
La importancia de la cumbre presidencial de esta semana en Paracas.
La X Cumbre Presidencial de la Alianza del Pacífico (AP), integrada por México, Colombia, Perú y Chile, que se realizará este 1 y 2 de julio, en Paracas, debe anunciar la entrada en vigencia del acuerdo marco de ese bloque comercial, luego de que Colombia ha terminado su proceso de aprobación interna. Se eliminará el 92% de los aranceles para el comercio entre los países de la AP, y de esta manera emergerá uno de los bloques comerciales más dinámicos del planeta.
Hoy la AP es considerada la novena economía del mundo y es el único bloque comercial que sigue creciendo y reduciendo pobreza en la región. Concentra el 40% de la inversión extranjera directa en América Latina, el 50% del comercio total y representa el 33% del PBI. En el 2014 las economías de la AP crecieron en un 2.8% en promedio en tanto que para el 2015 se proyecta una expansión de alrededor 4%.
Con un mercado potencial de 216 millones de consumidores, algunas proyecciones indican que, en la próxima década, la Alianza del Pacífico podría constituirse en la cuarta economía del planeta. ¿En dónde reside el éxito de los países que integran la AP? La respuesta es contundente e incuestionable: en el libre comercio. El bloque de la AP reúne a los países con economías más abiertas de la región y que tienen la mayoría de TLC con todos los continentes.
En contraste con los resultados de este bloque comercial están los países que integran el Mercosur, sumidos en la recesión, el incremento de la pobreza y el angostamiento de sus clases medias. No obstante que Brasil, Argentina y Venezuela representan a los mayores productores de alimentos y a uno de los estados con mayores reservas de petróleo en el planeta, es casi imposible que esta tríada de gigantes escape de la recesión este 2015. Quizá la izquierda latinoamericana insista con el relato del “fin del súper ciclo de loscommodities” porque no halle otra manera de explicar el desastre de estos ases del estatismo planetario.
La explicación para el fracaso del Mercosur es relativamente sencilla. Este bloque comercial solo entiende el comercio hacia adentro, es decir, de manera intrarregional y no de cara al planeta, a todos los continentes y a los millones de consumidores que han emergido con las revoluciones industriales en Asia. En otras palabras, entiende el comercio como la agregación de economías proteccionistas. Los resultados están sobre la mesa: recesión e incremento de la pobreza.
Cuando la Alianza del Pacífico estaba en vías de consolidación y todavía no era tan evidente el fracaso del Mercosur, la izquierda peruana, con esa persistencia en el error y en el servicio a la ideología antes que a la realidad, desarrolló una intensa campaña contra la AP argumentando que era “un bloque al servicio de Estados Unidos” y que se contraponía a todos los bloques comerciales de la región.
El tiempo ha demostrado que a los líderes estatistas no les interesaba la integración comercial sino, principalmente, la política. Sin embargo el lento desmoronamiento de la Unasur, la Celac y las demás sopas de letras armadas por la izquierda, nos demuestran que la única integración que funciona es la que se basa en el libre comercio y el mercado.
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