El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
Se suele decir que la poesía es el género literario de la juventud y la narrativa el de la madurez. Así lo confirman tanto las biografías de poetas precoces (desde Rimbaud hasta Heraud) y las de narradores “tardíos” (desde Borges hasta Saramago). Sin embargo, hay poetas que solo en la madurez comienzan a entregarnos lo mejor de su obra. Es el caso de Willy Gómez Migliaro (Lima, 1968), que se inició como escritor en los años noventa, pero que a partir de su libro Moridor (2010) ha dado un salto cualitativo en su obra, usando la poesía como vehículo para una serie de reflexiones, serias y rigurosas, sobre los más importantes temas, tanto personales como sociales. En el lapso de un año Migliaro ha publicado dos muy buenos poemarios sobre la identidad y la historia de los de los peruanos: Construcción civil (Paracaídas, 2013) y Nuevas batallas (Arteidea, 2014).
Construcción civil está conformado por casi ochenta poemas que giran en torno a varios personajes: (el protagonista casi autobiográfico de varias narraciones arguedianas), Isabel Tello (la abuela del poeta, migrante andina que se casó con un italiano) y el niño Ljudevir, entre otros. Sus historias y problemas personales son solo las puertas que nos conducen a los principales elementos de la historia peruana: el legado prehispánico, el centralismo heredado de la colonia, la diversidad cultural, los pueblos postergados, etc. Son precisamente esos elementos con los que se debería “construir” una sociedad peruana armónica y democrática. Nuevas batallas complementa esta temática, pues apela a imágenes que manifiestan la hostilidad en que vivimos los peruanos, desde la “geografía accidentada” hasta las cotidianas “escenas de violencia” y las “heridas” históricas. A partir del segundo poema, se aborda la violencia política: “Casi veinte años / una maquinaria de guerra desvió su lucha fundamentalista…”. Son los textos más intensos de un poemario que también critica otras formas de violencia, incluyendo la doméstica contra la mujer (la “Isis Prometea” que aparece en diversos poemas) y la de los enfrentamientos deportivos (en el fútbol, por ejemplo). Lo más interesante en la propuesta literaria de Gómez Migliaro es el carácter de sus reflexiones, en las que apela a los más diversos registros del lenguaje (habla actual, palabras académicas o quechuas, textos literarios), fusionándolos en un discurso barroco y aparentemente irracional, sin signos de puntuación que ayuden a la lectura. Un discurso que, lleva al lenguaje hasta sus límites de expresividad; y que además, como suele suceder con la mejor poesía de todos los tiempos, es también una expresión de los temas tratados. Construcción civil y Nuevas batallas son libros complejos y de difícil lectura, que pertenecen a una tradición más bien insular dentro de la poesía peruana, y cuyos principales referentes son el anglo-norteamericano T. S. Eliot, Premio Nobel de Literatura 1948, y los peruanos como Mirko Lauer y Mario Montalbetti. Con estos dos poemarios Gómez Migliaro demuestra la madurez personal y la calidad literaria que ha alcanzado, que lo convierten en una de las más interesantes voces poéticas peruanas de de la actualidad.
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