El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
El día de ayer la Policía Nacional del Perú (PNP) realizó una emotiva ceremonia pública en homenaje al suboficial José Luis Soncco Quispe, quien murió mientras realizaba su trabajo. José Luis Soncco y su compañero, el también suboficial Ronald Villasante Toque, acudieron en un patrullero en respuesta a un llamado de emergencia en la urbanización Tambopata, en la ciudad de Juliaca, debido a los desmanes que se estaban produciendo en medio de las violentas protestas que se realizaban ese día, y que produjeron unos veinte muertos y decenas de heridos.
Se puede ver fragmentos de esta ceremonia y al propio José Luis Soncco hablando de la importancia que tenía la familia para él en el siguiente video:
“El policía ha sido asesinado, esa es la palabra, por una turba que ha incendiado el patrullero y quedó atrapado dentro y ha fallecido calcinado” dijo Jorge Chávez Cotrina, coordinador de las Fiscalías especializadas contra el crimen organizado. Por su parte, el primer ministro, Alberto Otárola, confirmó ante el Congreso que el policía fallecido el día lunes en Juliaca fue José Luis Soncco Quispe. También señaló que la turba que atacó la patrulla fue de aproximadamente 300 personas y que a Soncco lo quemaron cuando aún se encontraba vivo.
La RAE define a un “mártir” como la “persona que muere o sufre grandes padecimientos en defensa de sus creencias o convicciones”. Por ello, no exageramos al afirmar que José Luis Soncco ya se ha convertido en uno de los más grandes mártires de nuestra democracia. Tanto por su heroísmo –de ir a cumplir el deber, cuando ya los radicales y delincuentes armados habían tomado la ciudad de Juliaca– como por su trágica muerte, calcinado. Y a pesar de todo, cuando se vio rodeado por esa violenta turba José Luis no usó su arma de fuego. ,
José Luis Soncco Quispe pertenecía a la Unidad de Rescate en Juliaca. El pasado lunes 9 de enero, Soncco Quispe acudió con su compañero, el suboficial Ronald Villasante Toque, a la urbanización Tambopata, en la ciudad de Juliaca, luego que los vecinos del lugar llamaron al 105, la Unidad de Emergencias de la PNP, para que acudan a calmar los desmanes que se estaban produciendo en medio de la protesta. Al llegar el patrullero al lugar de la emergencia, un grupo de aproximadamente 300 personas acorralaron a los suboficiales, los bajaron del vehículo, les quitaron sus armas y los golpearon. Posteriormente prendieron fuego a la patrulla.
De 29 años de edad, José Luis Soncco Quispe nació en el distrito de Yanaoca, en la provincia de Canas (Cusco). Estudió en la Escuela de Formación de la Policía Nacional del Perú, de la que egresó hace cinco años, como especialista en atención de desmanes. Se desempeñaba en el Escuadrón de Rescate, y hace apenas 10 días había sido ascendido a suboficial de tercera. Por su parte, su compañero, Ronald Villasante Toque, quien conducía el patrullero, tiene 25 años, nació en Juliaca, provincia de San Roman (Puno).
Villasante también resultó herido durante el ataque. Aún convaleciente, logró comunicarse telefónicamente con sus compañeros, y confirmó la sustracción de las municiones, el chaleco antibalas y las armas de reglamento que él y su compañero llevaban en el patrullero: dos pistolas Pietro Beretta y un fusil AKM (de acuerdo con el Ministerio del Interior). Villasante fue trasladado a una clínica local, con múltiples contusiones y heridas. Posteriormente fue derivado al Hospital PNP Luis N. Sáenz en un avión de la Fuerza Aérea.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional rechazaron el “execrable acto”, y enviaron condolencias a la familia. Por su parte, monseñor Miguel Cabrejos, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, condenó el atentado y señaló que el país no puede “regresar a las épocas oscuras del terror”.
El Mininter anunció que las autoridades policiales han iniciado el proceso de identificación de los restos carbonizados. También se han iniciado las investigaciones del caso, en coordinación con el Ministerio Público.
COMENTARIOS