Heriberto Bustos
Momentos de grandes decisiones
La renuncia de Anahí Durand a Nuevo Perú

La decisión de la presidenta de un partido al verse en la encrucijada de renunciar al grupo o aceptar un cargo público “invitada” por otra organización, cuyos fundamentos ideológicos son distintos, dice mucho de la comprensión del significado ideológico y orgánico de la militancia. Nos referimos a la sustentación de dicha decisión por parte de Anahí Durand de Nuevo Perú, movimiento político cuya primera presidenta fuese Verónika Mendoza, y Edgar Ochoa el portavoz parlamentario durante su último periodo en el Congreso.
Es de conocimiento público que el grupo en mención se sumó en la segunda vuelta a la campaña por Perú Libre, convirtiéndose en aliado del gobierno, “aportando” con algunos “cuadros” a nivel ministerial (Francke en Economía y Finanzas, Durand en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables) y otros como funcionarios en diferentes sectores públicos. Al igual que Anahí esos funcionarios se mantienen en sus puestos, creyendo tal vez que su presencia aporta al progreso del país y no a sus aspiraciones fundamentalmente económicas y de subsistencia. Durand, en enero del presente año, al anunciar su postulación a la presidencia de su colectividad señalaba. “En el Nuevo Perú renovamos nuestra dirigencia, superando errores y manteniendo el acumulado de experiencias, conscientes de que, como dijo el Amauta (José Carlos Mariátegui), la historia es duración. No vale el grito aislado, vale la prédica constante, continua, persistente’ postulo a la presidencia de la organización… nos corresponde continuar avanzando en construir el instrumento político que reclama nuestro pueblo para concretar sus anhelos de cambio”.
Cuán cortas quedaron esas palabras, pues a menos de tres meses, y ante la necesidad de mantenerse como asesora de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) renuncia al ser expuesta públicamente por Vladimir Cerrón, quien afirmara: “Nuevo Perú acusa de traidor al gobierno, pero la prolongación de Verónika Mendoza, trabaja en la PCM ¿Dónde está la dignidad que tanto reclama el verocaviarismo?”.
Forzada a “salvar la imagen de la caviarada, Durand señalará: “Dejo un partido que ayudé a fundar pero que hoy ya no es útil a las clases populares peruanas”. Tal vez, no le sea útil a ella, o que sus orientaciones ideológicas estén más cercanas al fascismo, alabado por su asesorado Aníbal Torres tras su afirmación de que "Italia, Alemania, eran igual que nosotros, pero en una oportunidad Adolfo Hitler visita el norte de Italia, y Mussolini le muestra una autopista construida desde Milán a Brescia. Hitler vio eso, fue a su país y lo llenó de autopistas, de aeropuertos, y convirtió a Alemania en la primera potencia económica del mundo". Declaraciones rechazadas en el acto por los representantes diplomáticos de Alemania e Israel.
Mientras la insania ideológica gubernamental se incrementa, intentando posicionar en la mente de los peruanos la ignominiosa necesidad de la dictadura y el terror para resolver los problemas acrecentados por la incapacidad de conducir acertadamente el país, algunos de manera necia siguen esperando que los “aprendices” a ser gobernantes se vuelvan aplicados, otros intentando sacudir su ropaje izquierdista toman distancia sigilosamente huyendo de su bellaquería. En ese contexto, recordando la afirmación de Mahatma Gandhi: “Mantén positivos tus valores porque tus valores se convierten en tu destino”, la obligación de los peruanos honestos consiste en frenar el oportunismo respetando el bien común, asumir valores y actuar comprometidamente con las necesidades colectivas, apostando ciertamente por la vacancia o renuncia de Pedro Castillo.
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