César Félix Sánchez
La república letrada de Mario Rommel Arce
Sobre el libro “La República de las Letras. El diálogo de los intelectuales entre los siglos XIX y XXI”
Quisiera dedicar este texto a la memoria del recordado Reynaldo Suclla, mi profesor de literatura en el colegio alemán Max Uhle de Arequipa, fallecido el día 9 de agosto, quien también, a su manera y en su espacio particular, se contó entre aquellos ciudadanos de la república de las letras en Arequipa, quizás no tan protagónicos como otros, pero que son a la larga quienes expanden sus solares y abren sus avenidas: los maestros de escuela. Que brille sobre él la Luz Perpetua.
Presentar un libro sobre libros es una tarea bastante sugerente: es, quizás, el rito inicial, el bautismo, o, mejor aún, el acta de inscripción en el registro civil de la República Letrada, ese espacio inmaterial, donde las ideas circulan, se transforman, fructifican y mueren. Así que el contexto no puede ser más propicio para compartir con ustedes algunas reflexiones sobre La República de las Letras. El diálogo de los intelectuales entre los siglos XIX y XXI, la última publicación del fructífero historiador y bibliotecario arequipeño Mario Rommel Arce Espinoza (1970).
No resulta nada fácil intentar escribir algún tipo de historia o visión general del pensamiento y/o prácticas letradas arequipeñas. La fragmentación y el provincianismo, así como la dispersión de las fuentes sobre materias bastante sutiles como el impacto cotidiano de la reflexión letrada, a través de cartas privadas, periódicos eventuales y otros sustentos efímeros juegan en contra de una empresa de esta índole. En ciertos ambientes locales, la praxis investigativa historiográfica se centra en el acopio, descubrimiento o redescubrimiento de datos, algunos extremadamente importantes, pero, la ausencia de un aparato teórico adecuado, de una visión de conjunto o incluso de una formación humanística mínimamente sólida, impide que la veritas historica, anhelada por Burckhardt, pueda ser alcanzada. Y a veces los historiógrafos, al no comprender los elementos cualitativos e interpretativos, caen en un silencio estruendoso respecto al contexto de los hechos que encuentran, o, peor aún, en anacronismos a veces caricaturescos.
Recuerdo, en mi experiencia particular, un intento mío de estudiar determinadas corrientes del pensamiento contemporáneo en Arequipa, que fracasó, al encontrarse con el muro de la desconfianza de muchos actores académicos, que, no sabemos si por desidia o por temor de verse desnudos como el Emperador del cuento de Andersen, nunca contestaron los cuestionarios, dieron largas o incluso respondieron de forma ciertamente acre.
No es el caso de La República de las Letras en Arequipa. Lo que singulariza al libro de Arce es la presencia de un aparato teórico y crítico sólido, que busca, en la primera parte del libro, definir y aclarar conceptos. Michel de Certeau, Robert Darnton, Roger Chartier, entre otros, son referencias fundamentales que nuestro historiador utiliza, para dar sustento a su interpretación.
Otro acierto de La República de las Letras es el punto de corte inicial: el siglo XIX, con la aparición en Arequipa de dos instituciones fundamentales: la imprenta y la universidad. También destaca la sólida opción del historiador por el enfoque institucional. Un libro como este, que abarca desde los periódicos, las imprentas, bibliotecas públicas, librerías, las ferias del libro y los grupos culturales y literarios, no podría acabar convertido en un catálogo de individualidades o un repertorio de nombres célebres o con pretensión de serlo. Eso es un acierto singular en nuestro medio, donde, a veces, la referencia a una figura contemporánea o no, es más un gesto amical o familiar que un elemento analítico.
En ese sentido, será en otra empresa intelectual y bibliográfica de Mario Rommel, esperamos, donde se encontrarán otras regiones muy importantes de la República Letrada arequipeña: los debates intelectuales tan ricos de fines del siglo XIX e inicios del XX en mayor detalle, la figura del intelectual público arequipeño otrora tan prestigiosa y ahora inexistente, así como la del género literario en prosa cultivado tan ricamente en nuestra región en un grado de mayor vuelo estético que el cuento y la novela: nos referimos a los libros de memorias.
No me queda más que agradecer a la Municipalidad Provincial de Yanahuara y a mi amigo Mario Rommel por esta oportunidad. Y exhorto al público a hacerse con este libro que, dentro de muy poco, será de consulta obligada para todos los que amamos Arequipa.
(Texto leído en la presentación del libro La República de las letras en Arequipa, el 10 de agosto de 2023)
COMENTARIOS