Jorge Morelli
El timón y la vela

Gobierno y oposición deben colaborar para evitar el naufragio
Hay que encontrar el punto de equilibrio entre la necesidad de promover el crecimiento y la urgencia de mantener con rienda corta al caballo desbocado del gasto que heredamos del gobierno anterior. Por el momento, el aumento ya inevitable del déficit fiscal tendrá que financiarse con endeudamiento.
El gobierno apuesta a que podrá atravesar, en medida muy considerable, el techo legal establecido para ambos casos y regresar a él antes del año 2021, al término del actual gobierno. Es una apuesta muy riesgosa, de difícil administración y que desde la partida cuenta con escasas posibilidades de éxito.
Una vez rotos los candados legales que por años han mantenido a la economía peruana en sus rieles, existe el y peligro de desatar fuerzas destructivas que fueron puestas bajo control hace ya más de de veinte años por el gobierno fujimorista. Escila y Caribdis acechan la nave nuevamente.
Esto es lo que ha advertido el grupo económico Predice, nucleado alrededor del diario Expreso. Este grupo pide controlar estrictamente el gasto corriente del Estado, de modo que la ruptura inevitable del techo legalmente establecido al déficit fiscal y al endeudamiento sea la menor posible.
Pero sobre todo pide impulsar cuidadosamente la inversión pública en la reconstrucción de los daños causados por el fenómeno de El Niño. Y, más allá, en una agenda común para la construcción de nueva infraestructura que haga posible nueva inversión privada masiva en agua, reforestación y minería.
Se requiere un gran esfuerzo político del gobierno y la oposición para generar las condiciones de gobernabilidad y seguridad jurídica que hagan posible ese aumento masivo de la inversión privada. Este el desafío hoy para el gobierno y la oposición. A la oposición le corresponde autorizar la ampliación de los límites legales del déficit fiscal y del endeudamiento, izar la vela de la nave. Al gobierno le corresponde asir el timón del navío y mantener firme el rumbo.
A ambos les toca postergar sus legítimas reivindicaciones y colaborar de inmediato en alejar la nave del peligro de naufragio.
Jorge Morelli
COMENTARIOS