Juan Sheput

¿El Perú se puede convertir en un Estado fallido?

Con sus principales instituciones capturadas por el crimen organizado

¿El Perú se puede convertir en un Estado fallido?
Juan Sheput
11 de agosto del 2022


¿Estamos
ad portas de convertirnos en un Estado fallido, aquel donde sus instituciones han sido capturadas por el crimen organizado? ¿Es un síntoma de ello tener un presidente que, con impunidad, se niega a cumplir y hacer cumplir las leyes y no pasa nada? ¿Puede un país sobrevivir a lo que constituye el manejo de un grupo que lo único que desea es no terminar en la cárcel? ¿Es respetable un Congreso que admite los insultos y desafíos delirantes de un individuo como Aníbal Torres, que los confronta contra la población?

Cuando México y Colombia estuvieron a punto de caer en manos del narcotráfico, tuvieron en las Fuerzas Armadas y un puñado de políticos a los artífices de evitar que se conviertan en estados fallidos. Ante una situación tan dramática como que el Perú llegue a estar en manos de una organización criminal ¿quiénes podrían salir al frente para salvarnos?

Esas y muchas preguntas más podemos hacernos sobre lo que está ocurriendo en nuestro país. El Perú de los últimos días se enfrenta a un clima de resignación y de aceptación de un manejo delincuencial simplemente porque hay una crisis generalizada de valores. No hay ni un solo ministro que renuncie ante las evidencias de que Pedro Castillo lidera una organización criminal. Tampoco existe la voluntad política en el Congreso de la República para vacar al presidente y su vicepresidenta, por múltiples indicios y hechos que muestran a una pareja indigna de seguir en el poder. Y hay una serie de poderes fácticos que en su afán de no perder sus privilegios se hacen de la vista gorda o simplemente son funcionales al gobierno de turno

Pedro Castillo no solo es un personaje corrupto. Es un individuo que viene destruyendo los cimientos de nuestro país. Se da el lujo de obstruir las leyes, de promover enfrentamientos entre peruanos, todo eso utilizando recursos públicos. Algunos de los altos mandos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional han llegado allí no como consecuencia del mérito sino de haber pagado coimas o cupos a este sujeto. Lo más grave es que Pedro Castillo sigue en su puesto porque el Congreso actúa con complicidad desde el momento que se niega a empezar con seriedad el proceso político que culmine en la vacancia del cargo. En lugar de agotar esfuerzos en construir un liderazgo que convenza a una mayoría parlamentaria de librar al país de un individuo que hace tanto daño, protagonizan espectáculos penosos de riñas y contiendas.

Claro que todo esto no se gestó en el último año. Diversos grupos de izquierda, especialmente los autodenominados caviares, son los principales responsables de esta situación. En su afán de proteger el falso prestigio que los rodea, han hecho lo imposible para evitar un cambio en la estructura política vigente, pues saben que eso significaría el destape de sus prebendas, negociados y múltiples beneficios. 

Por el momento el Congreso es el que tiene la llave para sacarnos de este problema constitucionalmente. De no hacerlo, será el responsable histórico del profundo daño que se le viene haciendo al país.

Juan Sheput
11 de agosto del 2022

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