Alexis Gonzalez Tello
El pacto por el empleo
Para superar los problemas generados por la crisis política y económica
Nuestra economía está débil. Según las proyecciones más optimistas, este año crecería en el mejor de los casos a 1%, cifra insuficiente para disminuir la pobreza. El economista Elmer Cuba ha expresado, en una entrevista ofrecida a este mismo portal, que objetivamente nuestra economía ha sido fuertemente golpeada por choques políticos, climáticos y por la inflación internacional. ¿Qué se puede hacer ante este escenario de una economía frenada y con un incremento de pobreza? ¿Cómo retomar la senda del crecimiento?
A nivel económico, rescato la propuesta de Enrique Cornejo, quien ha señalado la necesidad de implementar un pacto por el empleo. Recordemos que en junio de 2009, luego de la crisis de las hipotecas subprime, ante el incremento mundial del desempleo, los Estados Miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), adoptaron unánimemente un “Pacto mundial para el empleo", como instrumento de política global para abordar las repercusiones de la crisis financiera y económica internacional en los ámbitos social y del empleo.
Hacemos un llamado a la concertación de nuestros gobernantes y líderes para que, ante la difícil situación en la que nos encontramos, promuevan de manera urgente la recuperación productiva, centrada en la inversión, el empleo y la protección social. Así como en la Cumbre del G20, celebrada en Pittsburgh en noviembre de 2009, los dirigentes del mundo acogieron favorablemente el Pacto como un “marco orientado al empleo para el crecimiento económico futuro”, en nuestro país un Pacto por el Empleo ofrecería un marco de respuestas a las crisis que vivimos, respuestas diseñadas para guiar la política nacional y estimular la recuperación de nuestra economía.
El objetivo estratégico del Pacto consiste en que la inversión, el empleo y la protección social estén en el centro de los paquetes de estímulo y otras políticas nacionales pertinentes para aliviar los efectos de la crisis. Sin embargo, el éxito de su aplicación dependerá de las decisiones que sean adoptadas por los poderes del Estado, el sector empresarial, los sindicatos, las autoridades locales y la sociedad civil.
Si el objetivo medular, deseado por todos, es avanzar hacia la ruta del desarrollo y el progreso, los políticos deben actuar de modo consecuente y ponerse de acuerdo para establecer un pacto por el empleo, creando un clima favorable para las inversiones. Y dejando de lado la “política de cantina” a la que aludió, con acierto, el expresidente Alan García.
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