Eduardo Zapata
Alianzas electorales y thanatos
Castillo y sus intentos de insertar racionalidad a lo irracional

En una nota reciente, subrayábamos que a estas elecciones la gente acudirá convocada más por la emoción que por la razón. Y decíamos que aun cuando suele ser así en mayor o menor medida, la pandemia ha sido esta vez un activador de emociones lindantes con el thanatos.
De manera inconsciente –y también consciente– la grosera inacción del vizcarrismo frente a la pandemia contribuyó a acentuar lo que Abimael Guzmán llamaba las ´condiciones objetivas´ para la conquista del Poder. Una de ellas, la sujeción de las mentes a la desesperación y a la venida de un mesías redentor, con tal de que ofrezca ´cambiar el mundo´; aun a costa de la desaparición del eros.
Ahora bien. Si la emocionalidad es explicable en el normal elector –presa de una salud mental angustiada– no resulta suficiente en este interregno en el cual supuestos dirigentes racionales buscan establecer alianzas electorales. Pienso particularmente en un movimiento autodenominado de izquierda. Que cometió el error de plantear una agenda ´nice´ que, si bien satisfacía egos personales, no satisfacía a las mayorías. Pero ni el aborto, ni el cambio climático, ni el machismo o el tema gay –siendo temas importantes– constituían urgencias para quienes literalmente estaban muriendo asfixiados en sus casas, víctimas de una enfermedad que conlleva muerte y quiebra económica. En un país sin trabajo, por añadidura.
Hoy esa misma izquierda pacta con quien racionalmente se sabe que no tiene equipos técnicos ni cuadros para dirigir la coyuntura y menos orientar al país al futuro. Mirar atrás no es un remedio, menos si la alianza se establece con un partido que los pondrá de costado porque su plan es la perpetuación en el Poder por cualquier vía.
No creo que la razón esté imperando allí. Para mantener transitoriamente ciertas situaciones de poder (y trabajos) se han hermanado –supuestamente desde la razón– con el thanatos. Una pena por los militantes honestos que los hay allí, como en otros movimientos.
Veamos el camino recorrido y por recorrer de la ´racional´ opción por el señor Castillo. Empecemos por el Partido Perú Libre y el plan de gobierno; en verdad, más un Manifiesto que un plan. Se trata –vista su trayectoria y comprobada su acción delincuencial– de una organización criminal para delinquir, cuyo líder en el Manifiesto aludido hace prácticamente un copy & paste del “pensamiento Gonzalo” para tener un pretexto de entroncarse con los centros exportadores de revolución, como Cuba y Venezuela.
Continuemos con la reciente alianza con Verónika Mendoza. Seguidora del toledismo, villaranismo y vizcarrismo. Que no ha vacilado en deponer ´principios´ a cambio de prebendas. Trabajo e ilusión de Poder. Y terminemos –visto lo visto– con el candidato presidencial. Cuya falta de competencias para manejar un país es más que evidente, cuya ausencia de cuadros técnicos propios es innegable y cuya vinculación con el Movadef –el verdadero Sendero de hoy– no admite discusión por su adhesión al SUTEP-Conare. Este sí, entonces, legítimo heredero del pensamiento Gonzalo.
Pero en los próximos días veremos intentos de insertar racionalidad a lo irracional. Aparecerán, como dijimos, cuadros técnicos arrimados. Aparecerán pronunciamientos de movimientos internacionales llamados progresistas y hasta avales de intelectuales y aun economistas extranjeros que –por supuesto– no aceptarían vivir un día en un país hecho a la medida de lo que avalan.
Y aparecerán llamados a suscribir proclamas y compromisos supuestamente destinados a los dos candidatos, pero esencialmente destinados a ´blanquear´ la opción del señor Castillo. ¿A quién representan estas buenas almas que hacen estas convocatorias? ¿Tienen una moral superior a la del pueblo para hacer estos llamados? ¿Estamos ante una democracia con intermediaciones vinculantes de terceros ajenos a la votación popular?
Y termino –para que no constituya una sorpresa a quienes se suman a este baile de ilusiones– recordando que Castillo es el legítimo representante de Sendero Luminoso. Y termino, entonces, recordándoles a los que se suben al carro diciendo ser de izquierda, palabras textuales de Abimael Guzmán: “El revisionismo obviamente es un cáncer, un cáncer que tiene que ser implacablemente barrido… hay que forjar en dos cuestiones, forjar en la violencia revolucionaria y forjar en la lucha implacable contra el oportunismo, contra el revisionismo”. Pues –sigue diciendo Guzmán– “…tendrán el proletariado y el pueblo que cumplir con su misión de barrerlos de todos los rincones… pues son parte del colosal montón de basura”.
El bucólico maestro con licencia sindical, aquel que parece no tener competencias para la presidencia, sí tiene este catecismo en la cabeza. Un catecismo que dice, otra vez con Guzmán, que “el Poder se conquista con la violencia y se defiende con dictadura”. A fin de cuentas, una vez más con Guzmán y para que se sepa lo que nos esperaría “estamos formados como el Partido nos ha hecho”. Léase como ´nos hará en dictadura´.
COMENTARIOS