El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
El fútbol, un deporte que une a naciones y culturas, también es un espacio donde las identidades nacionales se reflejan de manera única. Una de las manifestaciones más visibles de esta identidad es el uniforme de los equipos nacionales. Aunque cabría esperar que los colores de las camisetas correspondan a los de las banderas nacionales, en varios casos, las selecciones de fútbol han optado por colores que no figuran en sus enseñas patrias. Este fenómeno, lejos de ser una casualidad, tiene raíces históricas y culturales profundas. A continuación, algunos de los casos más conocidos, y sus explicaciones.
Holanda: El orgullo de Orange
La selección de fútbol de los Países Bajos, conocida cariñosamente como "La Naranja Mecánica", es inmediatamente reconocible por sus llamativas camisetas naranjas. Este color no se encuentra en la bandera nacional, que es roja, blanca y azul. La razón de esta elección se encuentra en la historia del país. El naranja es el color de la Casa de Orange-Nassau, la familia real holandesa. Guillermo de Orange fue un líder clave en la lucha por la independencia de los Países Bajos en el siglo XVI. El uso del naranja en los uniformes deportivos es un homenaje a esta figura histórica y a la monarquía, y se ha convertido en un símbolo de orgullo nacional.
Alemania: El legado prusiano
La selección alemana, conocida por su eficiencia y éxito en el campo de juego, tradicionalmente viste de blanco con detalles en negro. La bandera nacional, sin embargo, es negra, roja y dorada. La elección del blanco se remonta al Reino de Prusia, uno de los estados más influyentes en la formación del moderno Estado alemán. Prusia, cuyo color representativo era el blanco, desempeñó un papel crucial en la unificación de Alemania en el siglo XIX. Así, el blanco en el uniforme alemán es un tributo a esta herencia histórica.
Italia: el Azzurro Real
Los equipos deportivos italianos, incluido el famoso "Squadra Azzurra" en el fútbol, visten de azul, un color que no aparece en la bandera italiana de verde, blanco y rojo. La elección del azul tiene sus raíces en la Casa de Saboya, la dinastía que unificó Italia en el siglo XIX. El azul era el color de su estandarte y, por tanto, fue adoptado como color nacional en los deportes. Con el tiempo, el "azzurro" se ha convertido en sinónimo de las selecciones italianas en varias disciplinas deportivas.
Venezuela: la Vinotinto
La selección venezolana de fútbol es conocida como "La Vinotinto" debido al color granate de sus camisetas. Este color no está presente en la bandera venezolana, que es amarilla, azul y roja. El granate fue elegido en la década de 1930 para los uniformes de los equipos nacionales y ha perdurado como un símbolo distintivo de los deportistas venezolanos. La elección buscaba diferenciarse de los uniformes de otros países con banderas similares (Ecuador y Colombia), y crear una identidad propia en el ámbito deportivo.
Australia: verde y oro
Los equipos nacionales australianos, incluidos los "Socceroos" en fútbol, visten de verde y oro, colores que no se encuentran en su bandera, la cual es azul, roja y blanca. El verde y el oro son los colores nacionales de Australia y están inspirados en la flora y fauna del país, especialmente el wattle dorado, la flor nacional. Estos colores representan la identidad y el patrimonio natural de Australia, diferenciándose claramente en la arena internacional.
Japón: el azul samurai
La selección japonesa de fútbol, conocida como los "Samuráis Azules", juega con camisetas azules, a pesar de que la bandera nacional es blanca con un disco rojo en el centro. No hay una razón histórica específica ampliamente conocida para esta elección, pero el azul se ha convertido en un color tradicional para varias selecciones deportivas japonesas. El uso del azul puede estar influenciado por su asociación con la perseverancia y la fuerza, cualidades valoradas en la cultura japonesa.
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