Daniel Rivera

Sobre el capitalismo popular en el Perú

Microempresas generan el 75% del empleo total en el país

Sobre el capitalismo popular en el Perú
Daniel Rivera
21 de noviembre del 2024


Cuando utilizamos el término ‘’capitalismo’’, indubitablemente lo asociamos al sistema económico y social basado en la propiedad privada de los medios de producción. Dentro de él, identificamos ciertas características relacionadas a la libertad de empresa, el establecimiento de la competencia, la obtención de un beneficio, principalmente monetario, y demás. Evidentemente, desde las postrimerías del siglo XV y los albores del siglo XVII el sistema que reemplazó al feudalismo ha sufrido una notoria evolución que lo ha hecho trasladarse del ‘’capitalismo comercial’’ al ‘’capitalismo financiero’’, atravesando de forma intermedia el ‘’capitalismo industrial’’.

Cada una de estas tres etapas del capitalismo contiene una esencia derivada del contexto, siendo un origen reactivo el que estimula, en mayor o menor medida, el desarrollo de los mismos. En su primera etapa, la expansión de los imperios y la formación de colonias, impulsaron el mercantilismo y las fuertes doctrinas proteccionistas. Asimismo, a partir de la revolución industrial, fueron reemplazados los métodos de producción artesanal por el uso de maquinaria, generando el desarrollo de planes de crecimiento económico. Luego, el capitalismo financiero permitió la predominancia de las entidades financieras y bancarias en el mapa económico mundial.

Es precisamente en esta última etapa que surgen los monopolios y oligopolios, centrando el dominio de la cadena de producción y distribución en un solo productor o en un grupo reducido de ellos. Como reacción a esto, se establece una nueva modalidad de participación de inversión privada, denominada ‘’capitalismo popular’’ que iza la bandera de la integración y equidad social. Cabe señalar que este fenómeno propone la acción del Estado, a través de diversas políticas públicas, para asegurar –fundamentalmente– la igualdad de oportunidades en la participación de procesos sociales y la autorrealización individual, surgida como consecuencia de dicho aseguramiento de oportunidades.

En el Perú, el contexto histórico social nos sitúa en una realidad en la que un considerable número de ciudadanos son pequeños propietarios. Entendemos, por lo tanto, el capitalismo popular como la realización de oficios y actos mercantiles y no mercantiles de baja escala o tamaño. Estas microempresas que habitualmente generan empleos y producen ganancias diarias constituyen, en su aspecto informal, el 75% del empleo total en el país. De manera que resultaría incongruente mantenerla exenta del análisis, pues representa la base del trabajo peruano. Sin embargo, es preciso mencionar que este patrón no se desarrolla en conjunto con una acción responsable del estado, sino como respuesta a él por los altos costos tributarios, los costosos procesos de inscripción y demás.

No existe un acompañamiento eficiente al pequeño empleador ni el alcance de herramientas necesarias para su crecimiento, por lo que podemos aseverar que el capitalismo popular en el Perú es impulsado – principalmente - por los mismos ciudadanos. Ante este panorama, es necesario empezar a esbozar algunas medidas, como la creación de un método de financiación empresarial para las pequeñas y medianas empresas y el ofrecimiento de deducciones fiscales, a la vez que se repotencia el apoyo estatal. Nuestro país atraviesa un momento crucial para que, aquellos que pertenecen a este novedoso sistema, puedan expandir sus fronteras y gocen de un mayor número de oportunidades de desarrollo.

Daniel Rivera
21 de noviembre del 2024

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