Manuel Gago
Pasos pesados de Gunter Silva

La novela del escritor peruano radicado en Londres
“Trabaja y ahorra; cuando tengas dinero, haz que el dinero trabaje para ti. La mayoría trabaja para el dinero”, recuerda Ana que le decía su madre, en Londres, en sus momentos de soledad, tristeza y pobreza, después de haber tenido todo en Lima, antes de los diamantes que Tiago le entregaría. Era parte de los últimos relatos contenidos en la novela Pasos pesados.
Gunter Silva, autor de la novela, vive en Londres, estudia Literatura y Creatividad Literaria en la Universidad de Westminster y es un incansable promotor de las vivencias peruanas. Ha sido invitado en estos días por la Facultad de Humanidades de la Universidad de Copenhague para hablar de lo que más sabe: de literatura. Gunter nació Chanchamayo, cerca al VRAEM, donde la coca se disimula entre frutales y café. Nació allí para decirle al mundo que en medio de sufrimientos y abandonos, existen almas puras, dispuestas a darle a esta vida regocijos expresados por palabras; y esperanzas a la humanidad, después de las ruinas y tormentos provocados por todas las violencias.
Gunter se abre camino solo, en ese continente viejo que ya es suyo, como ciudadano del mundo, sin bandera ni nacionalidad, libre de tutelajes, haciendo lo que sus entrañas le ordenan: escribir. Y con eso que los escritores tienen: perseverancia y disciplina por cuenta propia, sin imposiciones que no sean las suyas.
Pasos pesados empata con la efeméride de estos días de setiembre: el hito histórico que se diluye en la olvidadiza memoria de los peruanos, la captura y presentación pública de Abimael Guzmán, el “presidente Gonzalo” para sus seguidores maoístas. De esos años horrorosos todos tenemos una historia que contar, pero no todos con el privilegio de la palabra bien escrita y ordenada, con sabor y ritmo cautivando a los lectores. Y esa facultad la tiene Gunter. Es su talento, su don, su gracia, la bendición con que vino al mundo, separado por Dios del resto de los mortales, con el propósito de que cuente historias que envuelvan y conmuevan.
Gunter estudió en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Santa María La Católica de Arequipa; o sea, un provinciano haciéndose universal en la vieja Europa. “En Lima to be or not to be significan la misma cosa”, es la frase con la que abre el libro, y esa recomposición lúdica de las palabras de Hamlet nos devuelve al anhelo que recorría los cuentos de Crónicas de Londres: escapar a otra parte es siempre la utopía, imaginar ese lugar donde el mundo es finalmente moderno. La valentía política del autor recae en negarse a aceptar que tal utopía sea posible, sobre todo para esa generación que lo perdió todo buscando entenderse a sí mismos.
En el torbellino histórico que retrata Pasos pesados no hay escapatoria, precisamente porque la globalización, lejos de ser un oasis de oportunidades, es una maquinaria ciclónica que se dedica a perpetuar las desigualdades”, escribe Carlos Fonseca, profesor de la Universidad de Cambridge. En esta ficción el Gato —el riguroso profesor de Tiago— es despedido de la universidad “por tener muchos libros de tapas rojas”. Más tarde cae “como un bulto contra el pavimento”, luego de un disparo desde un Chevrolet blanco de lunas negras, en esos días en los que los parajes de la serranía eran asolados por “hombres y mujeres vistiendo de comando, cargando ametralladoras y emblemas de Sendero Luminoso”.
Manuel Gago
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